Ambiente de crisis

Los portavoces de la Administración y del PSOE consultados aseguran que será el rumbo de la concertación social lo que marque los tiempos y la necesidad de una remodelación del Gobierno. "Sólo si el momento es muy favorable el presidente realizará cambios en el Gobierno". Los consultados reconocen que existe ambiente de crisis en algunos ministerios, según "la percepción" que tienen algunos ministros sobre si su estancia en el Gabinete será larga o tienen los meses contados. Desde luego, descartan que la crisis pueda tener lugar en este verano, al considerar que Felipe González dejó claro en sus declaraciones la pasada semana a Televisión Española que no era su intención llevarla a efecto "porque llegara el verano".Los ministros de Justicia e Interior, según es reconocido casi unánimemente, son susceptibles de ser relevados en el primer cambio que el presidente decida, y también hay acuerdo en considerar que a ninguno de los dos les afectaría especialmente esta decisión.

Un portavoz cercano al presidente aseguró que en ningún caso Felipe González cesaría a uno y mantendría al otro, al considerar que los destinos de estos ministros "están unidos". La interpretación que dan es que el presidente no querría dar la impresión de que uno de los dos "ha salido victorioso". Del misme modo, medios socialistas consideran improbable que González se precipite a realizar relevos en estos dos departamentos cuando el desgaste ministerial afecta también a otros ministerios y el desenlace de la concertación social, imprevisible hasta el otoño, puede aconsejar otras sustituciones.

Luis Carlos Croissier, ministro de Industria, es citado como posible destituido, dado que su labor,no se considera satisfactoría en los ámbitos económicos del Gobierno. Al margen de él, se destaca la circunstancia de que no tiene relaciones con el PSOE. "No ha dado el juego político que se esperaba", comentó un alto cargo del Gobierno. No parace que se encuentre en la misma situación Julián García Vargas, ministro de Sanidad, a quien, a pesar de haber tenido un duro conflicto con el sector sanitario, el PSOE le defiende tajantemente. Unos y otros consíderan que hablar de crisis es bastante arriesgado, toda vez que ni el presidente del Gobierno ni el vicepresidente "ofrecen la más mínima pista". Los consultados aseguran que los que menos saben sobre su futuro son los ministros.