La CE quiere que la siderurgía española imponga cuotas

La Comisión Europea se dispone a invitar a la siderurgia española a participar en el régimen de cuotas al que está sometido el resto sector en la Comunidad Europea (CE) a partir de enero de 1988. La Comisión busca que España entre de forma voluntaria en el sistema reestructuración que se estudia.

El colegio de comisarios inició el miércoles pasado el estudio de un documento, que será probablemente aprobado antes de la vacaciones de agosto, en el que invita a España a "participar de forma voluntaria en el sistema de reestructuración" y se declara dispuesta a "buscar, junto con la siderurgia española, las referencias adecuadas para su inclusión en el régimen de cuotas".La oferta formulada a los dos nuevos Estados miembros de la CE se enmarca en el proyecto global de una nueva reestructuración que pretende reducir la producción de acero de aquí a tres años y mediante un recorte de las cuotas asignadas, en 25 o 30 millones de toneladas, y ajustarla así a una demanda que no se acaba de recuperar.

El régimen de cuotas, que entró en vigor en 1980 y permitió una primera disminución de capacidades de 32 millones de toneladas, debía inicialmente expirar a finales de 1988, justo cuando vencía el período de transición concedido a la siderurgia española en el tratado de adhesión a la CE, por lo que pareció inútil incluirla en un sistema a punto de desaparecer.

Pero la inesperada prórroga del régimen de cuotas obliga a replantearse el futuro de la siderurgia española porque con tanta mayor razón que una prolongación del período transitorio parece descartada, porque obligaría a modificar un tratado de adhesión que ha sido ratificado por 12 Parlamentos nacionales.

De ahí que el órgano ejecutivo europeo tenga la intención de sugerir a España su inclusión el año próximo al régimen de cuotas, aunque en Madrid el Ministerio de Industria baraja otras dos opciones consistentes en sólo dar el salto en enero de 1989, cuando finalice el período transitorio, o no incorporarse pero aplicar a la siderurgia española un sistema ad hoc. La decisión definitiva será probablemente tomada en diciembre.

El eventual ingreso de España en el régimen dentro de un semestre no implicaría en absoluto una reducción de su período transitorio, y a lo largo de los próximos 18 meses Industria podría consagrar a la reestructuración en marcha los 283.000 millones de pesetas autorizados a cambio de una reducción de capacidades de 950.000 toneladas, que se añaden a los 3,2 millones anteriormente pactados.

Negociar reducciones

La incorporación de la siderurgía española sí llevaría consigo, en cambio, una larga y complicada negociación para fijar las llamadas referencias adecuadas en función de las cuales se operarán los recortes. El sector desea que el año elegido sea 1984, uno de los menos malos a pesar de crisis.Para España, su inclusión el régimen de cuotas podría, sin embargo, puede suponer alguna ventaja en la medida en que podría beneficiarse de la política de "acompañamiento social" preconizada por el Ejecutivo comunitario para facilitar la reinserción profesional de los trabajadores despedidos, que podrían ascender a unos 80.000 para el conjunto de la Comunidad Europea.