El obispo Setién critica duramente a ETA por servirse del asesinato para forzar una negociación política

El obispo de San Sebastián, José María Setién, ha deslegitimado implícitamente la pretensión sustentada por Herri Batasuna (HB) de apoyar a ETA Militar como interlocutor de una hipotética negociación política. En una nota pública de reacción al atentado de Oñati (Guipúzcoa), que costó la vida a dos guardias civiles, José María Setién rechaza que los terroristas puedan hablar de derechos humanos cuando se sirven de la vida de las personas para forzar una negociación. "¿Por qué la fórmula que pudiera alcanzarse por la negociación", se pregunta el obispo, "habría de considerarse más válida que otras fórmulas, hasta el punto de que, por alcanzarla, estuviese justificado matar, y, una vez alcanzada, se dejara de hacerlo?".

Y añade: "¿No equivaldría ello a hacer de un grupo armado el único juez de la voluntad de un pueblo y de sus derechos?". Setién subraya en la misma nota que la dolorosa repetición de hechos similares al de Oñati, el pasado martes, no debe llevar a la insensibilidad ante la violación del derecho más fundamental de la persona y, por ello mismo, del orden social. "Tampoco", indica el obispo guipuzcoano, "las diferencias políticas e ideológicas pueden justificar una distinta y favorable valoración ética". José María Setién pide a "quienes deban hacerlo que busquen los caminos más adecuados para resolver los conflictos, y les conmina a modificar sus actitud9s. "Dejad de matar y de hacer de la vida humana un instrumento al servicio de las propias estrategias".Por otra parte, el ministro del Interior, José Barrionuevo presidió ayer en San Sebastián una cumbre antiterrorista a la que asistieron los delegados del Gobierno en Navarra y en el País Vasco, así como los directores de la Guardia Civil y de la Policía, el secretario de Estado para la Seguridad y los gobernadores civiles del del País Vasco y de Navarra.

Arregui puntualiza

El portavoz del Gobierno vasco, Joseba Arregui, afirmó -ayer en Vitoria -informa - que la estrategia del Ejecutivo autónomo frente a la violencia, contenida en el pacto de coalición suscrito entre nacionalistas del PNV y socialistas, no es coincidente con las declaraciones del ministro del Interior, José Barrionuevo, sobre política antiterrorista.

Aunque Arregui precisó que el gabinete Ardanza no había abordado de forma expresa las manifestaciones del titular de Interior, indicó que el Gobierno vasco debe recurrir para hablar de la materia al pacto firmado entre sus socios, en el que además de recogerse una declaración institucional del Parlamento autónomo se apuesta por la aplicación de las medidas propuestas en el informe sobre la violencia elaborado por una comisión internacional de expertos. El citado trabajo, denominado informe Rose, fue encargado por el Ejecutivo de Vitoria cuando estaba integrado únicamente por el PNV. "El informe de los expertos, al que se hace mención expresa en el pacto, no creo que sea coincidente con las expresiones manifestadas por el señor Barrionuevo", puntualizó Arregui.

El documento, redactado a lo largo de nueve meses por cinco expertos, consideraba que es importante esforzarse en evitar acciones que pudieran conducir a la solidaridad con los terroristas; apuntaba que el Consejo General del Poder Judicial debe contar con al menos un miembro bien informado en materias judiciales vascas y afirmaba que la participación de la policía autónoma aseguraría una mayor cooperación popular.

En el capítulo de posibles negociaciones, la comisión subrayaba que "dado que ETA es un hijo desafortunado de la dictadura y que sus activistas son los vástagos del PNV, la comisión recomienda enfáticamente que nunca se excluyan las negociación como una opción política".

Por otro lado, los dos guardias civiles muertos en el atentado de Oñati, que ayer se atribuyó ETA en llamada a diversos medios de comunicación vascos, fueron enterrados ayer en Gijón y Potes (Cantabria). Mientras, Andrés Castillejos, Martín y Antonio Grande Lozano, los dos guardias heridos en el mismo atentado evolucionaban favorablemente en el hospital Santiago de Vitoria, donde están ingresados.