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'La Nati', detenida por tercera vez en lo que va de año por tráfico de drogas

Natividad Montes Vargas, la Nati, de 48 años, ha ingresado en prisión. La policía intervino el pasado 30 de junio en su domicilio, una chabola ubicada en el número 12 de la avenida de Entrevías, 48 papelinas de heroína y 126.000 pesetas. Es la sexta vez que, bajo igual acusación, es detenida y puesta a disposición judicial en los dos últimos años y la tercera en 1987, según la policía. La Nati alegó, según fuentes judiciales, que las dosis de caballo eran para ella y para sus hijos, siete de los cuales admiten ser yonquis.

Ni en los juzgados ni en la policía se pudo obtener ayer datos de si esta mujer resultó o no condenada a raíz de anteriores detenciones. La policía manifestó que es la primera vez que se le ha intervenido una cantidad significativa de droga, ya que en anteriores ocasiones sólo se obtuvo contra ella declaraciones de drogadictos que confesaron haberle comprado la mercancía.

Su hija Antonia, de 14 años y adicta a la heroína, afirma que sólo es la tercera vez que su madre es detenida, segunda en lo que va de año, y recuerda que en el verano de 1986 cumplió dos meses de prisión, a raíz de que la policía hallara en la casa 12 papelinas, que eran para "consumo familiar". Las detenciones de este año se produjeron los pasados 27 de enero y 28 de febrero, según la policía.

Su última captura, el pasado 30 de junio, revistió cierta espectacularidad, según vecinos de la zona: media docena larga de coches patrulla de la Policía Municipal y Cuerpo Nacional de Policía, auxiliados con perros adiestrados para olfatear droga, rodearon la chabola de esta familia. A este despliegue se sumó una ambulancia para trasladar a un centro asistencial a la octogenaria madre de la Nati. Ésta fue hallada desnuda sobre una manta extendida en el suelo y su cuerpo estaba plagado de llagas.

Esta anciana, merced a sus 14.000 pesetas de pensión mensual, es la única fuente de ingresos fijos de la familia, compuesta por la abuela, la Nati -su marido, heroinómano, murió atropellado por uno de los cientos de trenes que cruzan este barrio, no en balde denominado Entrevías- y sus diez hijos, de edades entre 6 y 30 años. Los tres pequeños están recogidos en un centro benéfico.

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Los vecinos albergan serias sospechas de que en esa casa se vende droga: "Desde la mañana a la hora de comer hemos llegado a contar 110 personas que entran a la casa; y a la noche ya han entrado 200 personas". La Coordinadora de Barrios denunció públicamente el pasado 23 de marzo esta vivienda como uno de los puntos fijos de venta de droga en Madrid.El titular del juzgado de instrucción, número cinco de Madrid decretó el pasado día 3 su ingreso en la prisión de mujeres de Yeserías. Los vecinos no están seguros de que la Nati se dedique al tráfico de heroína, pero sí sospechan, en todo caso, que algunos de sus hijos no se quedan atrás en este comercio. La familia suele desmentir que vendan droga. "Los que vienen son amigos nuestros, cuando nosotros tenemos droga les invitamos, y cuando tienen ello nos invitan a nosotros. ¿Es lógico, no?", explica el mayor, Paco.

La Nati y su numerosa familia, sin embargo, hacen alardes de economía con la menguada pensión de la abuela y los ingresos extra ("Lo mismo vendo lotería que pido por las calles", explica la madre). Les da para comprar caballo para consumo propio, un vídeo, un radiocasete y tener a fin de mes en la hucha casera 126.000 pesetas. Algo sí ahorran en luz, que piratean, y en agua, que cogen de una fuente. "Dios bendiga esta casa", reza una placa.

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