Madres Contra la Droga protesta por la muerte de 11 personas en el sur de Madrid
Once personas han muerto en 22 días (entre el 6 y el 28 de junio) en los barrios madrileños del sur por probable sobredosis o adulteración de heroína, según datos de Madres Unidas Contra la Droga. Todas ellas aparecieron muertas con la jeringuilla clavada en el brazo. Unas 200 mujeres, convocadas por Madres Unidas Contra la Droga, se concentraron ayer silenciosamente frente a la casa de un presunto grupo de traficantes de droga, en un bloque de viviendas de San Cristóbal de los Ángeles.
Unas 200 mujeres, venidas sobre todo de Getafe de Parla y de los barrios madrileños de San Blas, Entrevías, Hortaleza, Villaverde y Carabanchel, se concentraron ayer durante 15 minutos ante un bloque de viviendas de la plaza de los Pinazos, en San Cristóbal de los Ángeles, en el que vive una familia muy vinculada con el tráfico de drogas y a la que responsabilizan indirectamente, si no de todos, sí de algunos casos de muertes por sobredosis que han sucedido este mes en Getafe y en barrios del sur de Madrid.El silencio de las manifestantes sólo fue roto para rezar un padrenuestro por los muertos. El paso de las mujeres por el barrio y la consiguiente concentración fue objeto de comentarios diversos por parte de la gente que las observaba. Varias personas animaron al grupo de mujeres, y pidieron a los periodistas presentes que publicaran las drogas que hay en este barrio". La mayoría de los curiosos, sin embargo, optó por el silencio. Al acabar la concentración, un hombre que estaba en una de las ventanas del edificio señalado por las madres increpó y amenazó a los periodistas.
Madres Unidas Contra la Droga ha observado en los últimos meses "un incremento excesivo" del número de muertes por sobredosis de heroína en los barrios del sur de Madrid. Es en estos barrios donde están más firmemente implantadas.
Las mujeres de la asociación han recogido información de otras madres de hijos heroinómanos, de vecinos o de fuentes próximas a los camellos, sobre todo entre algunos drogadictos que conocen bien los hechos, aunque lo normal es que sea muy difícil presentar pruebas concretas. En varios casos se tiene la certeza de que la muerte se ha producido, aunque el informante no se ha preocupado de facilitarles el nombre de la víctima.
La policía destaca la dificultad para distinguir entre una y otra causa, ya que la muerte del heroinómano puede sobrevenir al inyectarse heroína de mayor o menor pureza a la que está habituado. Un informe reciente del Ministerio del Interior destaca que la pureza de la heroína en el mercado ilegal ha disminuido al 5% en los últimos años.
Datos oficiosos
Según los datos facilitados por Madres Unidas Contra la Droga, la relación de víctimas de las que ellas han tenido conocimiento es la siguiente: el 6 de junio falleció en Orcasitas Ramán Durán Montoya, un hombre de 36 años, casado y con dos hijos; el mismo día murió una joven, de nombre Rosa, de 22 años y embarazada de seis meses, en Villaverde. El 9 de junio falleció otra joven, Teresa, de 20 años, en el barrio de San Fermín, cerca de San Cristóbal de los Ángeles.El 11 de junio fueron dos muchachos los encontrados muertos, después de inyectarse un pico de heroína, en un banco del parque de San Cristóbal de los Ángeles. Al día siguiente moría José Alcaide, de 28 años, casado y con dos hijos, en Getafe. El 17 era Begoña, una mujer joven que se dedicaba a la prostitución para pagarse la droga, la que fallecía por sobredosis. Ese mismo día fue encontrado muerto un joven cerca de un grupo de sanquis -casas bajas prefabricadas de mala calidad- de Orcasitas. Los informantes de Madres Unidas Contra la Droga les contaron que el joven murió en uno de los sanquis, habitado por traficantes de droga, y que le sacaron fuera.
El 26 día de junio fallecieron María de los Angeles Cuesta, de 27 años, en Getafe, y F. J. G., vecino de Villaverde, aunque su muerte se produjo en el barrio de Usera; deja una hija. Por último, el 28 del mes pasado murió, en el distrito de Carabanchel, una mujer de 32 años, Adoración Rubio.
El testimonio de Madres Unidas Contra la Droga no es el único que apunta a que la adulteración de la droga qué los traficantes comercializan en Madrid ha llegado a extremos muy peligrosos. El 30 de mayo pasado murieron dos jóvenes, Raúl Orrios, de 22 años, y Alberto Ortega, de 19, en un descampado cercano a Mejorada del Campo, tras inyectarse heroína adulterada con estricnina. Otros dos jóvenes que iban con ellos fueron encontrados en grave estado.
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