La presencia de Cicciolina incordia a los radicales italianos

Con el juego electoral ha acabado, al Partido Radical (PR) italiano le escuece la elección como diputada en sus filas de la actriz porno Ilona Staller, Cicciolina. Los radicales, al parecer, estarían dispuestos, por primera vez, a entrar en el Gobierno, por lo que les resulta incordiante la engorrosa presencia de Cicciolina, cuya capacidad para llamar la atención declinará.

Entre tanto, la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Socialista Italiano (PSI), las dos fuerzas principales de la anterior coalición de Gobierno que salieron ganadoras de la reciente competición electoral, afilan sus espadas para emprender la difícil tarea de formar de un nuevo Gobierno en Italia.

Los máximos dirigentes radicales se han reunido para discutir el asunto Cicciolina. A juzgar por las primeras declaraciones que formularon, están dispuestos a poner a la nueva diputada escandalosa, entre la espada y la pared. Según el secretario general del PR, Giovanni Negri, Cicciolina es "un globo hinchado más de la cuenta que se irá desinflando".

Si el escándalo Cicciolina siguiera dando guerra en el Parlamento, responden los radicales, "tendrá que escoger entre ser la onorevole Staller o la actriz Cicciolina". ¿Y si Cicciolina, como parece, quisiera conciliar sus dos personalidades y trabajos? En ese caso, añaden los portavoces del partido encabezado por Marco Pannella, los radicales, "que tienen reglas muy claras y muy serias de comportamiento", tendrán que tomar una decisión. Adele Faccio, una de las ancianas batalladoras del partido, espera que Cicciolina prefiera ahora las batallas radicales a favor de los derechos civiles a su vida de actriz porno.