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Tribuna:LA ELIPSE
Tribuna
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Sodomía

Los españoles nos hemos pasado la vida sodomizándonos unos a otros espiritual y delicadamente. Moralmente. El castellano está lleno de expresiones que le envían a uno a tomar por retambufa de la manera más abrupta o más sutil. La diferencia, ahora, desde que somos demócratas y hasta socialdemócratas, consiste en que nos lo vamos a hacer con profiláctico y no en crudo, que era la montaraz costumbre. El profiláctico ha sido decretado en estos días artículo de primera necesidad, y lo es aquí más que en país alguno, dado el artesano uso de los bajos que metafóricamente hacemos unos de otros a cada momento. Los españoles gastaron el último año más de 4.000 millones en preservativos, y yo no creo que todo ese material se vaya en vicio y lenocinio. Es que ahora, ya digo, en el trabajo, en la calle, entre amigos y enemigos, en la política, nos pasamos el día sodomizándonos fácticamente, aunque no sexualmente (y, en general, el de arriba al de abajo). Ya que nuestros jefes nos lo hacen, que nos lo hagan con profiláctico. Con el profiláctico del buen porte, los buenos modales, la buena educación y las relaciones públicas. Ahora hay una campaña de información para que los usuarios puedan "leer" el recibo de la luz. Quiere decirse que los monopolistas de la electricidad han estado sodomizándonos económicamente, con o sin goma, durante toda la vida, pues nunca hemos sabido qué conceptos eran los que pagábamos. La citada campaña de información, por parte de las compañías, equivale al profiláctico moral con que ahora nos introducirán el recibo en casa más suavemente. Hacen falta muchos profilácticos de este tipo, sí, en la vida española. Y es un detalle por parte de los de arriba, que se están haciendo europeos con gran aprovechamiento y por fin recurren a la goma o la mantequilla, que espiritualmente duele menos. Cuando a los sodomizadores se les acumula el trabajo (por ejemplo ahora, con el paro), nos sodomizan el alma y la mente mediante robots. Los robots se lo hacen más aséptico, pero también les queda uno muy agradecido. En todas partes cuecen esfínteres: el novelista Graham Greene mantiene actualmente una causa perdida contra una multinacional: "El escritor no es un simple utensilio", ha dicho, defendiéndose. Viejo, glorioso, universal, triunfador, el gran escritor tiene que soportar todavía, en su respetable ancianidad, la sodomización de los de arriba, o sea que esto no se acaba nunca. Ni se acaba ni conoce barreras, pues ahora estamos sodomizando a los venados de Cabañeros, como los conquistadores sodomizaron a la llama boliviana cuando empezaba el V Centenario. Ni Brigitte Bardot, con la subasta de sus joyas, impedirá que el ser humano/divino deje de sodomizar a las otras especies, por ejemplo la nutria, dama del río, y todo bicho rentable. "El mundo comunista podría cambiar gracias a la fe", han dicho Reagan y el Papa. Es lo que se llama el missil espiritual, y nada tan fálico y priápico como un missil. Habíamos llegado a un punto en que las gomas se adquirían en los mercadillos callejeros, dada la prisa que al español le entra a veces por molestar a otro español. Pero el Ministerio del ramo ha saneado todo esto y ahora nos lo van a hacer con garantías higiénicas. Uno lleva toda la vida aguantando en crudo y por eso agradece que los jefes se lo hagan más fino. No sabía yo que Europa nos iba a llegar por ahí. Botella Llusiá rechaza la fecundación "in vitro". ¿Pero no podrían hacémoslo a nosotros, los de toda la vida, "in vitro"? Es ya el último alivio que espera uno.

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