Tres toreros dispuestos a revalidar su categoría artística

Tres diestros con cartel en Madrid, y que triunfaron en la pasada feria de San Isidro, componen la terna de la tradicional corrida de la Prensa, que se celebra esta tarde en Las Ventas. Ruiz Miguel, Víctor Mendes y Lucio Sandín confían en revalidar en este festejo los éxitos que alcanzaron en el pasado abono madrileño y superar de nuevo el examen de la afición, con nota suficiente para consolidar su categoría de figuras. Lidiarán toros de Torrestrella, propiedad de Alvaro Domecq, ganadería que goza de sus preferencias, según manifiestan, y en realidad favorita de la mayor parte de los toreros.

Ruiz Miguel se muestra exultante porque va a alcanzar algo que considera casi un sueño: matar en Las Ventas toros pertenecientes a una divisa considerada "de garantía" para ejecutar el toreo de arte. "Me hace feliz", afirma, pues así demostraré que mi toreo puede alcanzar las mismas cotas artísticas que las de otros compañeros tan habituados a estas ganaderías como deshabituados a las duras y difíciles que son mi especialidad, como Victorino, Miura, Pablo Romero, entre otras".El diestro de la isla de San Fernando hará el paseíllo por tercera vez en una corrida de la Prensa: "No son muchas, la verdad es que he sido más asiduo en los carteles de la Beneficencia, incluso tuve la suerte de matar la última que presidió Franco y la primera que presidió el Rey". Ruiz Miguel piensa que, al márgen de quien organice el festejo, torear en Madrid siempre supone para él una gran responsabilidad: "Quiero triunfar, como ocurrió en mi primera actuación de la pasada feria con los miura, ya que en las otras dos que toreé los toros no ayudaron. Es como si me hubieran cateado una asignatura y volviese ahora a intentar aprobarla, lo que voy a conseguir y con nota".

También Lucio Sandín compara su actuación en esta corrida con un exámen, tan acostumbrado como está a los mismos, debido a sus estudios de óptica en la Universidad de Madrid. Precisamente ayer se examinó de Matemáticas, la única asignatura que le queda pendiente del primer curso. "No es que vaya a descuidar mis estudios, pero hoy es mucho más importante mi carrera taurina que la otra, de ahí que me preocupe más el resultado de mis exámenes en las plazas, como el de está tarde".

Pero cuando siempre suspenden a Lucio Sandín es a la hora de matar a los toros. Él mismo dice que con la espada es un desastre y que anula muchas de sus faenas, entre ellas una importante en la reciente feria de San Isidro.

Tampoco Víctor Mendes es un dechado de perfecciones a la hora de la verdad, incluso tiene sus propias estadísticas aproximativas de las orejas que ha perdido este año por culpa de la espada, que calcula entre 15 y 20. Lo comenta con sentido del humor: "He evolucionado tanto con el capote y la muleta, para mejorar, como con la espada, para empeorar".

Matador acomplejado

A veces hasta me acomplejo cuando voy a entrar a matar y me digo que soy tonto, que llevo 20 minutos jugándome la vida con el toro y que ahora lo voy a echar todo por tierra. Y, zas, pinchazo en hueso. Espero que al menos se me reconozca que no suelo pegar bajonazos".

El portugués, hombre culto y de fácil palabra, posee su propia filosofía de la vida en relación a los toros y los exámenes: "La existencia es, al igual que la profesión taurina, una continua superación de pruebas y exámenes. Lo importante es aprender de los suspensos, sacar consecuencias positivas de ellos y seguir peleando. Ese es mi caso y, ahora que voy consiguiendo mis objetivos de intentar ser figura del toreo, el consejo que doy a los que empiezan".

Esta será la quinta actuación de Mendes en la actual temporada en la plaza de las Ventas. Su nivel fue bueno en todas, pero solo cortó orejas en la primera, cuando salió por la puerta grande.