El Instituto de Toxicología estima probable que Gonzalo Ruiz tuviera otro tumor
El informe del Instituto Nacional de Toxicología que recoge el estudio de las causas de la muerte del trabajador de Reinosa Gonzalo Ruiz, realizado a partir del análisis de una muestra de tejidos pulmonares que le fue remitida después de la autopsia, pone de manifiesto la "probable" existencia de un segundo tumor, en este caso maligno, según han señalado a este periódico medios próximos al hospital Marqués de Valdecilla, de Santander.
Tales conclusiones, enviadas al Juzgado de Instrucción de Reinosa por los forenses en cargados de redactar las conclusiones médico-legales, han producido escepticismo en el departamento de Anatomía Patológica de Valdecilla, donde, en su día, lo mismo que en la cátedra de Medicina Legal de Zaragoza, que dirige la doctora María Castellanos, se realizaron idénticos análisis para averiguar las causas de la defunción del obrero de Forjas y Aceros.En ambos casos, los orígenes del óbito se atribuyeron a una insuficiencia respiratoria de carácter agudo como consecuencia de la inhalación de gases tóxicos por el trabajador en el garaje de su casa, donde se había refugiado huyendo de las fuerzas antidisturbios y tras recibir un pelotazo que le ocasionó rotura de huesos en la nariz. El informe del Instituto Nacional de Toxicología no contiene, en contra de lo esperado, un análisis toxicológico y sí otro de carácter anatomopatológico que apunta la posibilidad de un segundo tumor, maligno en este caso, en el pulmón.
El hallazgo de un quiste de 2,4 centímetros de tamaño en el riñón, confirmado en la autopsia, puso de manifiesto a finales de mayo pasado la diferencia de criterio mantenida por los patólogos de Valdecilla y la catedrática María Castellanos, que intervino en la disección del cadáver en calidad de observadora de la Guardia Civil. Según aquella, aunque la causa de la muerte fue sólo atribuible a los gases tóxicos aspirados, el simple tamaño del tumor encontrado era ya indicio de que rozaba la malignidad, aparte de presentar unas zonas de hemorragia y necrosis. Por contra, los patólogos de Valdecilla, que aseguraron el carácter benigno del quise, restaron importancia a tal descubrimiento.
