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EDUCACIÓN

Polémica en torno al cese del decano de la facultad de Bellas Artes de Cuenca

Artistas, profesores y alumnos de la facultad de Bellas Artes de Cuenca han reaccionado unánimemente contra el cese del decano del centro, Florencio Garrido, por decisión del rectorado de la universidad de Castilla-La Mancha, que interpretan como un boicoteo al proyecto docente innovador que ha iniciado dicha facultad para liberarse de los encorsetamientos de los planes de estudio de las tradicionales escuelas de Bellas Artes.

La adhesión a Florencio Garrido ha sido unánime por parte de los alumnos, que mantienen desde el miércoles un encierro en las aulas. Los profesores se han declarado en huelga indefinida, y son numerosos los comunicados de apoyo recibidos de artistas y de otras facultades."No aceptamos que razones de índole subjetiva promovidas por personas que desconocen y, al parecer, desprecian nuestra entidad profesional puedan interferir y anular un proyecto de tal trascendencia", dice el comunicado de la Comisión de Seguimiento Profesional de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca que firman los artistas Lucio Muñoz, Antonio López, Luis Gordillo, Rafael Canogar, Martín Chirino, José Guerrero, Antonio Saura, Julio López, Gerardo Rueda y Pablo Palazuelo.

En dicho escrito declaran su apoyo al proyecto que la facultad ha venido desarrollando desde el inicio de su actividad hasta la fecha, que responde al modelo que consideran la "única vía posible para la renovación de las enseñanzas artísticas en nuestro país", y exigen la rehabilitación en el cargo de Florencio Garrido, que "ha dirigido y encabezado el proyecto con absoluta eficacia y dedicación", a la vez que hacen constar su "repulsa e indignación al despotismo y arbitrariedad con que ha sido destituido".

Los artistas asesores piden asimismo, al igual que los alumnos y los profesores de la facultad, el cese del presidente de la comisión gestora de la universidad de Castilla-La Mancha, Isidro Ramos Salavert. Garrido fue informado de la separación de su cargo por una escueta carta de Ramos Salavert que recibió el día 23 en la que se le "agradecía los servicios prestados", sin más explicación. Garrido, por su parte, afirma desconocer las razones de su inesperado cese cuando apenas quedan unos días para el final de curso.

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