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Sin avances en la nueva ronda negociadora sobre las bases

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La reunión celebrada ayer por las delegaciones española y norteamericana que negocian la reducción de la presencia militar de Estados Unidos en España concluyó sin avances sustanciales en las posiciones que mantiene los dos países. "Un ambiente muy versallesco, pero sin moverse", fue la definición gráfica hecha de la reunión por una fuente diplomática española.La posición de "firmeza" española fue ratificada días antes de la reunión con el mensaje del presidente del Gobierno al ministro de Exteriores. "No nos movemos", habría sido la consigna de Felipe González. "Sigue donde estabas", transmitiría a su vez Fernández Ordóñez a Máximo Cajal, que preside la delegación española en la mesa de negociaciones.

La delegación española, presidida por Máximo Cajal, secretario de Política Exterior, la integran un total de once altos funcionarios de Asuntos Exteriores, Defensa y Presidencia del Gobierno. El embajador norteamericano en Madrid, Reginald Bartholomew preside la delegación de su país, en la que se incluyen altos representantes del Departamento de Estado y del Pentágono. Las dos delegaciones se reunieron en sesiones de mañana y tarde en un palacete del Ministerio de Asuntos Exteriores y hoy continuarán dialogando. Tanto la parte española como la norteamericana habían pronosticado que no eran previsibles avances importantes de esta nueva sesión negociadora, la sexta desde que se inició el proceso negociador sobre la reducción de las bases el 10 de julio del pasado verano.

España mantiene firme su propuesta de que la reducción de los efectivos americanos se concrete en el desmantalamiento de la base aérea de Torrejón de Ardoz, en las cercanías de Madrid, donde se estaciona el Ala Táctica 401 de la USAF, integrada por 72 cazabombarderos F-16, cuya salida de España se considera "irrenunciable".

Por parte norteamericana se insiste en la "vital importancia" de la presencia en Torrejón de los F-16 para la defensa del flanco sur de la Alianza Atlántica, proponiendo diversas fórmulas de reducción de los efectivos militares norteamericanos, pero considerando intocable los F-16 de Torrejón.

Pero pese al bloqueo que se observa en las negociaciones, las dos partes pronostican que habrá un acuerdo final, postergan do el mismo para las próximas sesiones -una o dos- que se celebren en el otoño, antes de que concluya el plazo del 16 de noviembre. Para esa fecha, si no ha habido acuerdo sobre la reducción de las bases, España enviará una carta a Washington comunicando que no habrá nuevo convenio bilateral. Para la misma fecha, si finalmente hay acuerdo sobre la reducción militar, Madrid en cualquier caso deberá mandar una carta a Washington mostrando su disposición a renegociar un nuevo convenio, que sustituya al que concluye en mayo de 1988, con un marco jurídico y técnico nuevo, acorde con la nueva situación española.

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