Ghasemlou: "Luchamos por la autonomía"
"No queremos un Estado kurdo. Todas nuestras reivindicaciones son posibles en el marco del Estado iraní. Lo que pretendemos con nuestra lucha es la autonomía", afirma Abdul Ralunan Ghasemlou, secretario general del Partido Democrático de Kurdistán-de Irán (PDKI), en armas contra el régimen de Teherán. Ghasemlou visita España en la última etapa de una gira por Europa para unir en un frente común a las organizaciones de oposición iraníes y recabar apoyo para su partido.
El secretario general del PDKI no niega que su pueblo sueñe con la independencia, pero "en política", asegura, "hay que ser realistas más que soñadores". "Crear un nuevo Estado no es tan fácil", admite, y pone como ejemplo el caso de los palestinos en Oriente Próximo."En un viaje que realicé a Oslo", recuerda Ghasemlou, "un grupo de estudiantes kurdos me recibió en la Universidad con una pancarta en la que se hablaba de un Estado kurdo independiente y socialista y me pidió mi opinión al respecto. Les dije que estaba plenamente de acuerdo, pero que nosotros sólo contábamos con 12.000 peshmergas (combatientes) y que no eran suficientes para lograrlo".
Ese pragmatismo es una constante en el discurso de Ghasemlou, de 57 años y al frente del PDKI desde hace 14.
El dirigente kurdo es economista y ejerció como profesor en la universidad de Praga de 1961 a 1976, en uno de los muchos períodos en que se ha visto obligado a vivir fuera de su país. Ahora conduce a su partido desde algún lugar remoto de las montañas del Kurdistán iraní, "en los territorios liberados".
El PDKI rechaza por principio toda forma de violencia, y su secretario general insiste en su respeto de la democracia y de los derechos del hombre. "Nunca adoptamos ninguna medida militar que perjudique a la población civil", subraya.
El PDKI tiene desde carácter de observador en la Internacional Socialista. Pero el reconocimiento es todavía insuficiente. Pese a sus 42 años de lucha, el PDKI no ha logrado llevar el problema kurdo a los grandes organismos internacionales "porque carece de apoyos gubernamentales".
No obstante, el trabajo diplomático empieza a dar sus frutos. "Las buenas relaciones con el Partido Socialista francés se tradujeron a su llegada al Gobierno en la apertura de una oficina y en ayuda humanitaria. El Gobierno conservador ha mantenido esa colaboración, que permite, por ejemplo, la hospitalización de heridos graves, para cuyo tratamiento carecemos de medios. Otro tanto hemos logrado en Austria y en Suecia. Y ése es nuestro objetivo en España", manifiesta Ghaseralou.
"Hasta el momento no necesitamos ayuda material, ni armas. Lo que pedimos es apoyo moral y político para poder hablar nuestra lengua y vivir en la libertad que en esta zona del mundo ya se ha conseguido", afirma con vehemencia el veterano dirigente kurdo.
Ghassemlou pone especial énfasis en dejar claro que el PDKI es un partido "moderno, que no está dirigido por un solo hombre y que cada dos años celebra su congreso, donde se elige, mediante voto secreto, el comité central".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.