La ley de 'obediencia debida' argentina, declarada constitucional

El ex comisario general de la Policía, Miguel Etchecolatz -llamado el loco o el nazi por sus compañeros de prisión el general Jorge Rafael Videla y el almirante Emilio Massera-, fue liberado ayer, despues de que el Tribunal Supremo, el máximo tribunal del país, resolviera declarar constitucional la llamada ley de obediencia debida, aprobada por el Parlamento hace dos semanas.Etchecolatz había sido condenado a 23 años de reclusión por la Cámara Federal de Buenos Aires, tras probarse en juicio oral y público su participación como jefe de comandos, a los que dio órdenes, y como miembro de los conocidos grupos de tareas, en secuestros, torturas y asesinatos durante la llamada guerra sucia contra la guerrilla.

En la misma causa, de acuerdo con el fallo del Supremo, quedan libres también el médico de la policía Jorge Antonio Berges -responsable de colaborar en partos clandestinos, torturas y falsificación de certificados- y el cabo Norberto Cozzani, con acusaciones similares. Además, el tribunal redujo de 14 a 8 años la condena del general Ovidio Richeri, sucesor de Ramón Camps en la jefatura de la temible policía de la provincia de Buenos Aires. La sentencia de Camps, condenado a 25 años de prisión, fue ratificada.

Los cinco jueces del tribunal permanecieron reunidos durante toda la tarde del lunes y postergaron tres veces su decisión ante la imposibilidad de alcanzar un fallo unánime.

A la una de la madrugada de ayer (seis de la mañana, hora peninsular española) el presidente del tribunal, José Severo Caballero, comunicó a la Prensa la sentencia, que se resolvió por tres votos a favor y dos en contra.

Aunque la sentencia tiene aplicación sólo en este caso -según establece el Código Penal argentino-, en la práctica es una ratificación definitiva de la ley. Cuando ahora un juez la declare inconstitucional, ya se sabe cuál será el resultado de la apelación que hagan los abogados ante el Tribunal Supremo.

A partir de hoy todos los acusados o detenidos beneficiados por la ley quedan eximidos de proceso y en libertad.

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