García Vargas denuncia el apoyo de la banca internacional a la droga

Julián García Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, denunció ayer en Viena, en la primera conferencia internacional sobre el uso y el tráfico de estupefacientes, el apoyo del sistema bancario internacional a los capitales provenientes del narcotráfico, y afirmó que el Gobierno español quiere que se agilicen los trabajos para la aprobación de una nueva convención internacional de estupefacientes en la que se configure la armonización internacional de legislaciones, el endurecimiento de las penas de los traficantes, la confiscación de sus bienes y la extradición mediante convenios internacionales.

Horas antes de producirse esta intervención fue desactivado por la policía, en la madrugada del jueves, un artefacto explosivo colocado junto a la puerta de la Embajada de Perú en Viena, según confirmó ayer a este periódico el viceministro de Justicia de Perú, Guillermo Gómez Huambachano, que asiste a esta conferencia organizada por las Naciones Unidas. El artefacto fue colocado, según la misma fuente, por Sendero Luminoso.La intervención del ministro español en la conferencia dejó claro que la posición española está más próxima a los países que apoyan posturas de dureza y represivas en la lucha contra el narcotráfico. García Vargas afirmó que "el tráfico ilícito de drogas constituye uno de los más importantes negocios ¡legales de nuestra época y provoca tensiones en el equilibrio mundial, afectando de forma muy clara a la estabilidad democrática de algunos países".

García Vargas explicó que el Gobierno que representa "está convencido de que deben potenciarse todas las medidas tendentes a la represión de este tráfico ilícito, especialmente las dirigidas al control de los capitales que éste genera con apoyo del sistema bancario internacional".

Según el ministro de Sanidad, "existe una internacionalización de capitales; han desaparecido los controles y esto dificulta el seguímiento de pistas sobre los movimientos de capitales provenientes del tráfico de drogas y la consiguiente desarticulación de estas redes".

Julián García Vargas también destacó la necesidad de modificar las legislaciones para que permitan, entre otras cosas, la confiscación obligatoria de los capitales de los traficantes y las entregas de éstos a los países donde existan mayores pruebas contra ellos.

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