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UN NUEVO MANDATO PARA LA 'DAMA DE HIERRO'

Thatcher logra un tercer mandato en las urnas

La primera ministra británica, Margaret Thacher, consiguió ayer una histórica victoria electoral al ganar su tercer mandato consecutivo en las urnas, una marca no conseguida por ningún otro jefe de Gobierno británico en este siglo y por sólo dos en los anteriores. Tras ocho años en el poder y dos triunfos electorales, la líder conservadora se apuntó un éxito al conseguir en las elecciones generales del jueves 102 diputados más que todos los partidos rivales.

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La reeleccíon de Thatcher por tercera vez consecutiva es una marca que el electorado negó a políticos tan destacados como Gladstone, Disraeli y Churchíll, lo otorgó a Pitt el joven a finales del siglo XVIII y a lord Liverpool, en el primer cuarto del XIX.Los 376 diputados, número más reducido que los 397 de 1983, es un mayoría lo suficientemente holgada, 51 diputados, para permitir a la dama de hierro,que cumplirá 62 años en octubre, llevar a cabo en su totalidad su programa de reformas radicales en los campos de la educación, la vivienda y la extensión de lo que conservadores denominan "capitalismo popular" a través la privatización de las empresas públicas.

El contrapunto a la victoria conservadora es que ha trazado una frontera imaginaria en Gran Bretaña, entre el Norte de Inglaterra, Escocia y Gales, de una parte, que han quedado en mano laboristas, y el centro y todo el sur, además de la mayor parte de Londres de otra, que es un gigantesco mar azul, el color de los conservadores.

Desgraciadamente para la oposición, las zonas que han quedado en sus manos son las de menor población en el Reino Unido, lo que explica la magnitud de la victoria de los conservadores.

Para el líder laborista, Neil Kinnock, el triunfo de la señora Tatcher no servirá sino para subrayar el abismo de división que existe entre lo que los políticos de la oposición con inspiración dickensiana llaman "los dos países", el de la prosperidad y el de

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la privación.

Los conservadores han obtelo 376 escaños de un total de 650 con una pérdida neta de 17, mientras que los laboristas hantenido una ganancia neta de 20 y la Alianza ha perdido cinco.

A pesar de la brillantez de su campaña, Neil Kinnock sólo ha conseguido que el desplazamiento de los votantes hacia su partido se eleve al 2,2%.

La Alianza, y en especial el socio socialdemócrata de esta formación, ha sufrido las heridas más dolorosas a pesar de que ha terminado con sólo un escaño menos de los 23 que obtuvo en 1983. (El SDP ganó otros cuatro diputados en elecciones parciales celebradas durante la legislatura).De los dirigentes integrados en el grupo conocido como la banda de los cuatro, que rompieron con los laboristas para formar la socialdemocracia en 1981, sólo su líder, David Owen, ha sobrevivido. El ex-pre sidente de la Comisión europea y fimdador del partido, Roy Jenkins, ha perdido ante los laboristas su escaño de Glasgow y la presidenta socialdemócrata, Shirley Willíanis, y el ex-ministro laborista Bill Rogers, no han conseguido salir elegidos.

Lógicamente, las especulaciones sobre el futuro de la Alianza y de sus líderes empezaron ayer a circular en los mentideros políticos londinenses. El consenso entre los analistas era que, a menos de que se produzca una fusión entre los dos partidos, el futuro de la Alianza como posible alter nativa a los dos partidos mayoritarios es nula.

La única amenaza a la posición de la señora Thatcher puede provenir de Escocia y Gales, los dos países que junto a Inglaterra forman el Reino Unido y en los que los conservadores han sido prácticamente barridos no tanto por los nacionalistas sino por los laboristas.

En Escocia, los laboristas han capturado 50 de los 72 escaños en litigio dejando a los conservadores reducidos a 10 mientras que en Gales han obtenido 23 de los 38. La consecuencía de estos resultados será sin duda un incremento del resentimiento ya existente contra Londres en general y contra un Gobierno, como el conservador, que se opone tenazmente al establecimiento de asambleas parlamentarias autónomicas.

Margaret Thatcher, que escogió una cita de San Francisco de Asís antes de entrar por primera vez en su residencia de Downing Street en su primera victoria de 1979 ("Que la armonía sustituya a la discordia") recurrió ayer a un verso de Rudyard Kipling para prometer desempeñar su nuevo mandato con "humildad".

La señora Thatcher declaró ayer en una entrevista televisiva que durante el fin de,semana estudiará y anunciará la formación de su nuevo gobierno, aunque se espera que los cambios que realice sean mínimos. En todo caso, se espera que las principales carteras -Hacienda, Asuntos Exteriores e Interior- sigan desempeñadas por sus mismos titulares, Nigel Lawson, Sir Geofirey Howe y Douglas Hurd.

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