3.000 firmas contra la expulsión de un jesuita español de Japón
Más de 3.000 personas (964 profesores y más de 2.600 estudiantes) enviaron ayer una petición al Ministerio de Justicia de Japón, solicitando que no deporten al profesor de la universidad de Sofía, el jesuita español Vicente Bonet, quien el pasado miércoles se negó a colocar sus huellas digitales en los documentos de emigración, en protesta por la discriminación que supone la ley japonesa que sólo exige las huellas digitales a los criminales y a los extranjeros residentes en Japón.Bonet, con 26 años de residencia en Japón, alega que no puede ser profesor de derechos humanos, sin solidarizarse con la minoría coreana residente en Japón, que forman una comunidad de unos 650.000, a los que se les aplica la citada ley.
En la petición a favor del jesuita, con firmas recogidas en un centenar de universidades y centros de enseñanza superior, se pide al ministro de Justicia, Kaname Endo, que extienda por otros tres años el visado que debería permitir a Bonet residir en Japón. El ministerio aceptó ya una prórroga de tres meses, pero la fecha final caduca mañana.
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