El Gobierno y el Banco de España reiteran su presión sobre la banca nacional para normalizar la financiación eléctrica

La Administración y el Banco de España han reiterado a los principales bancos nacionales la urgente necesidad de normalizar el flujo de financiación al sector eléctrico -afectado por la crisis de FECSA y el encarecimiento del precio del dinero- en la confianza de que, el marco legal y estable general que elabora el Ministerio de Industria y Energía para el sector asegura la viabilidad futura de las empresas. Algunas entidades de crédito temen la instrumentalización por la autoridad económico-financiera de líneas especiales de financiación para las eléctricas -incluso reimposición de coeficientes de caja obligatorios- si la situación se deteriora.

El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio; el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa; el secretario general de Energía, Fernando Maravall, y el director general de la Energía, Victor Pérez Pita, se reunieron el miércoles por la tarde en la sede del banco emisor con los presidentes de cinco de los grandes bancos (Garnica, del Banesto; Escámez, del Central; Boada, del Hispano; Sánchez Asiaín, del Bilbao; Toledo, del Vizcaya) y con un representante del Santander.La reunión, segunda que mantienen los mismos protagonistas en menos de 10 días, tenía por objeto formal profundizar en el análisis de las propuestas avanzadas por Industria para el establecimiento de un nuevo sistema más realista de aumento de tarifas y de determinación de las denominadas compensaciones interempresas eléctricas. Los bancos, que a través de Rafael Termes, presidente de la AEB, ya habían expuesto su opinión sobre el sector en un denso informe presentado el pasado día 1, debían presentar sus comentarios al documento entregado por Industria, especialmente sobre aquellos capítulos técnicos relativos al cálculo de tarifas y las propuestas sobre modificaciones contables.

Sobre la mesa, sin embargo, estaba la cuestión de las necesidades financieras que el sector eléctrico tiene previstas para el segundo semestre del año, que ascienden a cerca de 400.000 millones de pesetas, incluyendo las operaciones financieras en el primer semestre con instrumentos y líneas a corto. La Administración se encuentra recibiendo urgentes mensajes del sector eléctrico sobre la incertidumbre que la crisis de FECSA y el sostenido encarecimiento del precio del dinero en el mercado nacional están originando en sus canales habituales de financiación. El sector ha recurrido a sus accionistas institucionales -los grandes bancos- para que el problema se concrete al más alto nivel.

Iniciativa gubernamental

Sin embargo, fuentes bancarias aseguraron que las reuniones entre la Administración y la banca nacional han respondido a una iniciativa gubernamental, iniciativa que, por otro lado, ha originado tensiones entre la autoridad monetaria -que se siente como una especie de "convidado de piedra"- y las más altas instancias del Ministerio de Industria. La polémica se ha extendido al Ministerio de Economía y Hacienda, a cuyos servicios se ha recurrido en aras de sus relaciones habituales con la banca.Pese al carácter casi tormentoso de la primera reunión, que tuvo lugar el pasado primero de junio, el pulso de la banca con la Administración parece haber entrado en vías de arreglo. Según fuentes solventes, la banca, al ser convocada, se temió el recurso por el Gobierno a la reimposición de "algo parecido al viejo coeficiente eléctrico", que hubiera obligado a estas entidades a financiar a bajo costo, con una parte de sus fondos cautivos, las necesidades del sector eléctrico. Otras fuentes hablan de la apertura de "líneas especiales" que los grandes bancos tendrían que poner a disposición de las empresas.

La reimposición del coeficiente eléctrico o de algún tipo de línea especial se consideró más como una amenaza que como una posibilidad real, según fuentes bancarias. Para fuentes financieras, la utilización de medidas de este tipo habría resuelto "momentáneamente" el problema, pero hubiera abierto "una brecha de difícil olvido". "No hubiera sido solución ni siquiera retirando otros coeficiente, tal como se sugirió", apuntó una fuente bancaria.

En estos momentos, sin embargo, la banca ha centrado sus exigencias dentro del marco legal y estable y en el compromiso de que el Gobierno contemple, en los próximos aumentos de tarifas, todos los costes en los que están incurriendo las empresas, especialmente en aquéllos que son resultado del encarecimiento del precio del dinero y del aumento del coste en su financiación que está provocando la crisis de FECSA. El informe de Termes insiste en esta línea y descarta soluciones drásticas, como los avales, pese a que resolvieron en su día el problema de las autopistas.

No obstante, fuentes solventes afirman que los representantes del Ministerio de Industria y Energía se han comprometido a considerar estos costes adicionales, "y cualquiera que se justifique con auditoría por medio", en los próximos aumentos.

En la cuestión de la financiación, las reticencias bancarias parecen estar diluyéndose entre las instituciones más comprometidas financiera y accionarialmente con el sector, sobre todo a medida que se clarifican los aspectos técnicos del marco legal y estable. No obstante, existen aún reticencias de algunas entidades, sobre las que se estaría concentrando la presión institucional para que "restablezcan su tradicional volumen de riesgo en el sector eléctrico".