Peores servicios
En el transcurso de las últimas semanas se han producido las acostumbradas declaraciones de altos funcionarios del Ministerio de Hacienda sobre el fraude fiscal, A la vista del escaso avance que parece existir en la. lucha contra la defraudación al fisco, cabe pensar que las citadas declaraciones tienen como objetivo distraer la atención de la opinión pública del verdadero problema, que no es otro que la pésima relación existente entre la presión fiscal soportada y las prestaciones recibidas a cambio. Y en este punto habría que recordar muy claramente a nuestros gobernantes que la sociedad española ha hecho un importante esfuerzo económico durante los últimos 10 años, sin que el Estado haya efectuado el mismo esfuerzo para mejorar cualitativa y cuantitativamente las prestaciones básicas exigibles en el contexto fiscal en el que nos movemos.De todos es conocida la caótica situación existente en las áreas de justicia, sanidad, enseñanza, comunicaciones y otras de carácter fundamental, sin que los poderes públicos tomen medidas realmente serias para remediar la ineficacia y el despilfarro -cuando no la corrupción- que se dan en la Administración, ya sea central, regional o local. La única dinámica que manejan nuestros gobernantes es la de una permanente huida hacia adelante, incrementando cada año la presión fiscal real bajo la excusa de nuevas prestaciones que nunca llegan a materializarse en realidades tangibles.
En resumen, cada vez los españoles pagamos más impuestos por peores servicios; cada vez la Administración gasta más dinero y más descontroladamente en prestaciones de lujo, so pretexto de que la sociedad las demanda, cuando los servicios básicos tienen niveles tercermundistas ... y así ¿hasta cuándo?-
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