Muertes absurdas

Al margen de la muerte de Joaquín Menéndez, al menos otras cinco personas han muerto de forma violenta en Madrid en los dos últimos meses. Todos los fallecimientos se produjeron por motivos nimios, y no se incluyen las muertes de dos policías, ocurridas al intentar impedir otros tantos atracos. El 3 de abril falleció, por una puñalada, el policía municipal Florencio Aldovera Carrasco al intentar detener a un delincuente, a quien reconoció como el mismo que le había robado 10.000 pesetas una semana antes.Diez días después, el 13 de abril, resultó muerto el bailarín Enrique Esteve Ródenas, hermano menor del también bailarín Antonio Gades,- a consecuencia de una herida producida por arma blanca en el tórax. Enrique Esteve deciaró antes de fallecer que la agresión se había producido al negarse a entregar su chaqueta de cuero a unos individuos.

El 15 del mismo mes perdió la vida por un navajazo en el abdomen el camarero Manuel Adrián Rodríguez a la puerta de un club nocturno de Alcalá de Henares. Testigos del suceso relataron que la víctima y el agresor se habían saludado efusivamente, tras lo cual tomaron unas copas juntos en el club antes de que se enzarzaran en una fuerte discusión, que terminó con la muerte de Adrián.

El pasado 24 de mayo falleció el estudiante de Electróníca Miguel Ángel Domínguez, de 17 años, en Móstoles. El joven fue apuñalado al responder a sus atracadores que no llevaba dinero encima.

En Moratalaz, el pasado 26 de abril, murió el joven de 17 años, Pedro Larrosa Mifién, de una puñalada en el tórax al intentar impedir que dos desconocidos se apoderaran del bolso de su hermana.