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LA 'CRISIS DE LA AVIONETA'

Un romántico precedente

Un joven enamorado británico se adentró, hace casi 50 años, en la Unión Soviética con un avión ligero en busca de su amada rusa, y, al parecer, conmovió de tal forma a Josif Stalin que le permitió casarse con ella y llevársela a su país. Esta historia, que se ha vuelto a comentar a raíz del asombroso vuelo de Helsinki a Moscú del joven alemán occidental Mathias Rust, se cuenta en las memorias del escritor soviético Lev Sheinin, publicadas en 1959.Sin embargo, el funcionario soviético que sacó el relato de Sheinin de su biblioteca manifestó que era demasiado temprano para aventurar si Rust, cuya hazaña ha provocado un vuelco en la alta jerarquía militar del Krem1in, saldrá tan bien parado como aquel enamorado británico.

Sheinin identifica al británico como Brian Montague Grover y asegura que su avioneta aterrizó el 13 de noviembre de 1938 -en un momento en que las purgas y la psicosis de espionaje barrían el país- en la ciudad de Glujovo, 200 kilómetros al norte de Moscú.

Por aquel entonces, Sheinin, ya fallecido, era colaborador del fiscal general del Estado, Andrei Vyshinsky, que dirigió la mayoría de los juicios por purgas de la época, y escribió varios libros tras la II Guerra Mundial sobre sus experiencias como investigador. Grover, según el relato del escritor, manifestó a los alarmados vecinos de Glujovo y a los policías que posteriormente le interrogaron que había viajado a la Unión Soviética en un intento por ver a su amada, Elena Gollus, ayudante de farmacia, a la que había perdido años antes.

Golius vivía en la ciudad de Grozny, al norte del Cáucaso, y se encontraron cuando, a principios de los años treinta, Grover estuvo trabajando allí como experto en ingeniería, colaborando en el inicio de la industrialización soviética.

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