Vecinos de Reinosa han formulado más de 700 denuncias contra la Guardia Civil
La jefatura de la Policía Municipal de la localidad cántabra de Reinosa lleva tramitadas más de 700 denuncias formuladas por otros tantos ciudadanos que se consideran víctimas de malos tratos o daños materiales en sus propiedades, a raíz de los incidentes de la Semana Santa, a consecuencia de la intervención de determinados miembros de la Guardia Civil durante los desórdenes de carácter laboral y social ocurridos en los días 15 y 16 de abril.Las mismas fuentes precisaron que antes del próxximo 16 de junio, en que terminará el plazo para la formulación de denuncias, se habrán cumplimentado alrededor de 800. El Ministerio del Interior, por su parte, reparará los daños causados por la intervención de las fuerzas antidisturbios en esos días. El importe material de aquéllos, según la Policía Municipal de Reinosa, superará los 12 millones de pesetas.
Uno de los principales damnificados es José Antonio Garce, dueño de la funeraria local Caiha, quien en las primeras horas de la noche de Jueves Santo vio como se incendiaba el almacén en que guardaba varias decenas de ataúdes, a causa del lanzamiento en su interior de dos botes de humo. El industrial cifra las pérdidas en más de tres millones y medio de pesetas, por la destrucción de 98 cajas fúnebres y desperfectos producidos por el fuego en las instalaciones.
Numerosos comerciantes de esta población denuncian también roturas de lunas y letreros luminosos, así como daños en los géneros, y abundan también las denuncias de automovilistas que encontraron sus vehículos con abolladuras en la carrocería o rotos los cristales.
El Ayuntamiento de la localidad de Reinosa figura, asimismo, entre los damnificados. Varios trabajadores de esta localidad cántabra cruzaron en la vía pública los contenedores de basuras para formar barricadas y, posteriormente, las tanquetas de las fuerzas antidisturbios produjeron desperfectos en los recipientes, cuyo importe asciende a un millón de pesetas.
Daños en Renfe
Por otra parte, la delegación comercial de Renfe en Santander reconoce que desde el 22 de diciembre de 1986, en que se produjo el primer corte de trenes, y el 13 de abril último la compañía perdió 11 millones y medio de pesetas por centenares de billetes devueltos o que quedaron por vender, gastos derivados del montaje de 12 transbordos de viajeros, reclamaciones por pérdida de enlaces y averías ocasionadas en las instalaciones fijas.
Renfe no ha evaluado todavía las pérdidas provocadas por los sabotajes de los últimos 40 días. En este período de tiempo se incendiaron tres vagones, con un importe global aproximado de 24 millones de pesetas.
En el curso de lo que va de año la demanda de billetes para el Talgo, a causa de las movilizaciones obreras de Reinosa, ha decrecido considerablemente en la estación de Santander.
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