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Artistas en busca de sus obras

Hace dos años las cedieron para una exposición en Bruselas y aún no las han recuperado

Veinte artistas españoles se desesperan por saber dónde han ido a parar sus cuadros. Todo empezó en el verano de 1985, cuando entregaron sus obras y corrieron con los gastos de exportación y transporte para concurrir a una exposición que debía celebrarse en Bruselas paralelamente al festival de Europalia. La muestra fue organizada por el Centro Internacional de Información y Coordinación Artística (CIICA), con sede en Barcelona. Más de 20 artistas participaron en el proyecto, y el coste global de los gastos rondaba el millón y medio de pesetas. Otros artistas entregaron obras para un supuesto fondo de arte, con sede en Bruselas e instituido por la misma entidad. Ni la exposición llegó a celebrarse ni el fondo funcionó.

Pasados dos años, lo único que saben los artistas es que los locales de CIICA en Barcelona permanecen cerrados y que no pue den ponerse en contacto con su directora, Karim Lorente. La secretaría que dejó en Barcelona para atender a los artistas no existe. Es en realidad una empresa de servicios que se limita a tomar recados telefónicos y a reexpedir correspondencia y que desde hace unos meses ya no trabaja para Lorente. Este diario localizó a Lorente en Bruselas, donde ocupa un pequeño despacho en la Avenue de la Couronne. La directora de ClICA aseguró que tiene "la conciencia tranquila", porque "en Bruselas sigo velando por los intereses de los artistas españoles. El único problema, y es imperdonable, es que no me he puesto en contacto con ellos".

Pero, ¿y los cuadros? ¿dónde están los cuadros? Según diferentes testimonios, las obras pueden estar repartidas por los más diversos e insólitos lugares. Lorente aseguró que el 98% de los que se le entregaron se encuentra en Bruselas. "Salieron de España con el permiso de exportación en regla, permiso que renuevo cada seis meses, y deposité en la aduana el 7% del valor de cada obra". Los cuadros, o parte de ellos, se hallan embalados en una pequeña habitación en un almacén de Anderlecht, en las afueras de Bruselas. Pero no todos los cuadros llegaron a Bélgica. Algunos de ellos han sido entregados como amortización de deuda, otros se hallan en depósito o préstamo y unos cuantos incluso han sido librados como pago de salarios. En todo caso, las reclamaciones de los artistas y las a veces oscuras explicaciones de Lorente no concuerdan. Todos los pintores consultados poseen recibos que avalan la entrega de sus piezas y los pagos en concepto de gastos por exportación y transporte.

Jordi Vílarrufas, por ejemplo, entregó tres cuadros para la exposición de Bruselas y pagó como gastos de exportación y transporte 73.000 pesetas. Otros dos cuadros estaban depositados en el fondo de ClICA. De estas cinco obras, dos han sido adquiridas por el Banco de Sabadell, ha confirmado a este diario uno de sus consejeros, Joan Mateu. Según factura del 26 de abril de 1985, los cuadros fueron valorados en 120.000 pesetas y 182.000, respectivamente. Esta cantidad, según Mateu, se "abonó a una cuenta deudora como parte de una amortización pendiente". Vilarrufas desconocía esta transacción, aunque sí sabía que Lorente había vendido dos cuadros. El pintor no ha cobrado aún, aunque Lorente afirmó que le envió un talón. Vilarrufas, efectivamente, recibió un talón (del Banco Central) sin fondos con fecha del pasado 5 de diciembre.

Maria Assumpció Mateu entregó a Lorente dos tapices valorados en 150.000 pesetas cada uno y una carpeta de grabados, valorados en 100.000 pesetas. En concepto de gastos pagó 30.000 pesetas. "Me dijo que había vendido los tapices en Bélgica, pero como no se los habían pagado se los llevó de nuevo". Esther Xargay, ex colaboradora de Lorente ha explicado que vio uno de los tapices expuesto en el estudio bruselense de arquitectura Oz extremo confirmado por la propia Lorente. "Fueron exhibidos en el Studio Oz y uno de ellos es tuvo a punto de venderse". Los dos tapices, según la directora de ClICA, se expondrán en una muestra colectiva del fondo que se celebrará en las instalaciones del Banco Central en Bruselas los próximos 26, 27 y 28 de junio

En un restaurante

Teresa Vilarrubias depositó 10 cuadros en CIICA, los mejores de una exposición que acababa de realizar en la sala Jaimes, de Barcelona, para que fueran enviados a Bruselas. Pagó 100.000 pesetas en concepto de gastos La pintora se enteró posteriormente de que tres de los cuadros que había entregado para la exposición de Bruselas en realidad habían sido librados al propietario de un restaurante de Barcelona. Lorente confirmó que el propietario del restaurante tiene en depósito obras de Vilarrubias.Un lote de cuadros de la pintora Carmen Riera fueron dejados en depósito en un taller de coches de París, según explicó Xargay. "El coche en que viajábamos sufrió una avería, y como Karim, no tenía suficiente dinero para pagar la reparación dejó los cuadros en. depósito, diciendo que ya pasaría a recogerlos". Lorente confirmó la historia, aunque con alguna variación: "Dejamos cuatro o cinco cuadros al director de la agencia Volkswagen, de París. Después mis hermanos pasaron a recogerlos y el director quiso quedarse uno valorado en 20.000 pesetas. El problema es que aún no hemos podido hacer la factura, porque nuestra sociedad no está aún legalmente constituida".

Concha Gallego tiene recibos del depósito en ClICA de tres cuadros para su promoción. "Cuando reclamé para que me los devolviera, me dijo que sólo tenía uno". Lorente afirmó que sólo tiene un cuadro, que se halla en Bruselas. "Nos lo entregó para pagar una factura pendiente". Es posible, añade la directora de ClICA, que los otros dos fueran "aceptados por alguno de mis colaboradores. En ese caso yo no sé nada", dijo.

María José Vela entregó a CIICA cinco cuadros para el fondo de arte de Bruselas y una serie de dibujos. "Me dijo que había vendido un cuadro por 75.000 pesetas, pero yo no he cobrado nada. A lo mejor lo ha cambiado por algo". Según Lorente, varios cuadros de Vela -no precisa cuántos- se hallan en el fondo de Bruselas. Cesc Font confió a Lorente 16 dibujos valorados en 286.000 pesetas. "Los entregué en depósito al fondo de arte y me dijo que los enviaba a Bruselas". Lorente explicó que se devolvieron los dibujos a Font, "aunque es posible que aún se le deba algo de dinero".

Montserrat Torras depositó cuatro cuadros en el fondo de arte y entregó otros tres para la muestra paralela a Europalia. "Considero prácticamente perdidas esas piezas y las 60.000 pesetas que pagué para su exportación, pero desearía que cosas de este tipo no volvieran a suceder nunca". Los cuadros de Torras, según Lorente, se hallan en el fondo de Bruselas. Karim Lorente afirma, asimismo, que efectúa gestiones para hacer realidad sus proyectos y que no ha devuelto la obra porque piensa exponerla en Bruselas.

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