Guerra participa en la lucha para arrebatar al PSUC la alcaldía de Santa Coloma
CARLES PASTOR El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, pidió ayer el voto para la candidata socialista a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet, Manuela de Madre, una inmigrada andaluza, ante unas 4.000 personas reunidas en el polideportivo de esta ciudad, la sexta de Cataluña por número de habitantes (140.000) y gobernada por los comunistas. Guerra, sin embargo, dedicó la mayor parte de su tiempo a fustigar a la derecha y a defender la acción del Gobierno. El PSC ha lanzado aquí una campaña para conquistar la alcaldía.
Santa Coloma es, sin duda, el municipio donde la confrontación electoral entre PSC y PSUC es más dura, aunque no es el único. Los socialistas manifiestan especial animadversión al alcalde comunista, el sacerdote Lluís Hernández, el más reacio a apoyar a Pasqual Maragall en su defensa de la CMB frente al Gobierno de la Generalitat.
Guerra, en alusión a unas declaraciones de un dirigente comunista que dijo de él que venía a robar alcaldías, dijo: "Me han llamado ladrón pero a los alcaldes los nombra el pueblo. Aquí no se roba nada. Hay que ser demócrata". Guerra pidió el voto para la candidata socialista porque "Santa Coloma debe ser una ciudad, no un desastre del cinturón [de Barcelona]".
Benegas y el CDS
El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, afirmó ayer en Valencia que muchas de las candidaturas del CDS para las elecciones en pequeñas poblaciones se componen de personas de la derecha "pura y dura" procedentes de Fuerza Nueva y antiguos falangistas. "Quizá Suárez no lo sepa", disculpó. Benegas participó ayer en Torrente en un mitin fiesta, junto al candidato a la reelección para la presidencia de la Generalitat valenciana, Joan Lerma.
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