La muerte bajo tortura de un estudiante derriba al Gobierno de Corea del Sur
La muerte por tortura de un estudiante surcoreano el pasado 14 de enero, y el escándalo que provocó su posterior encubrimiento por las autoridades, llevó ayer a los 21 miembros del Gobierno a presentar su dimisión al presidente de la República, Chun Doo Hwan. El mandatario nombró inmediatamente un nuevo Gabinete, designando como primer ministro al profesor y hombre de negocios Lee Han Key, de 69 años, y cambió seis carteras, entre ellas, Interior y Justicia.
La crisis política parece apuntar hacia una tímida apertura, según los analistas, de la mano del más probable sucesor del actual presidente, Roh Tae-Woo, líder del Partido para la Justicia Democrática (PJD), quién había solicitado repetidamente una purga gubernamental para acallar las iras ciudadanas por el encubrimiento oficial de los hechos. El general retirado Chun Doo Hwan, en el poder desde el golpe militar contra Choi Kyu. Hah, en 1980, se ha visto vapuleado durante los últimos meses por una creciente ola de protestas estudiantiles y críticas de la oposición en demanda de una rápida apertura democrática del régimen.Fue en el curso de una de estas manifestaciones, a mediados del pasado mes de enero, cuando el estudiante Park Chong Chol, de 21 años fue detenido, interrogado y torturado en los locales centrales de la policía en Seúl, falleciendo a causa de las heridas que le fueron inflingidas. Las revelaciones del fiscal que investiga el caso causaron la detención de cinco policías y la escalada de manifestaciones.
La mayor polémica entre el Gobierno y la oposición radica en la en la fórmula de elección del nuevo presidente, que se celebrará en febrero de 1988. Mientras el partido en el poder, el PJD, insiste en mantener la elección indirecta a través de un colegio electoral, controlado por el partido mayoritario, la oposición lucha por una modificación constitucional que permita la elección directa del presidente. El PJD celebrará, el próximo 10 de junio, un congreso para elegir el candidato presidencial que deberá sustituir a Chun Doo Hwan, quien promete retirarse en febrero de 1988.
La oposición ha calificado los cambios como una continuidad y ha pedido justicia en el caso del estudiante torturado, que junto a un escándalo financiero entre una de las más importantes compañías navieras surcoreanas fueron los detonadores de la crisis.
