El Príncipe de Asturias concluyó en EE UU su instrucción en el 'Elcano'

El guardia marina Felipe de Borbón, de 19 años, heredero de la Corona española, concluyó ayer su período de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano, iniciado el pasado 9 de enero en Cádiz, cuando el buque escuela de la Armada española atracó a las 10.30 (16.30 hora peninsular) en el puerto de Baltimore.

El príncipe de Asturias desembarca en Estados Unidos y regresa a España para participar, a bordo de la fragata Asturias, y luego en el portahelicópteros Dédalo, en unas maniobras en aguas del Atlántico. Así concluirá su paso por la Marina."Bravo zulú" ("bien hecho", en el código de señales de la Armada) le dijo el comandante del El cano, Rafael Martí Narbona, al tocar puerto en Baltimore. "Ha sido un excelente guardia marina", explicó él comandante a los periodistas. "En todo momento ha dado un ejemplo de saber estar y comportarse". Felipe de Borbón ha destacado, sobre todo, en palabras de su comandante, "por sus dotes de mando" sobre la marinería y los suboficiales, mostradas durante sus guardias de cubierta, puente y derrota. El comandante del barco no concedió, sin embargo, permiso para que los periodistas charlaran con el guardia marina Felipe de Borbón, que ayer estaba de guardia.

Cuatro meses y medio a bordo

El Elcano, con el resto de sus compañeros de promoción, iniciará el próximo sábado la travesía de regreso a España. El príncipe Felipe, que ha vivido cuatro meses y medio a bordo del Elcano como uno más de los 73 guardias marinas de la 3821 promoción del Cuerpo General de la Armada, será recibido el martes, en la Casa Blanca, por Ronald Reagan. El encuentro fue posible gracias a una llamada telefónica personal del Rey al presidente. Mañana almorzará con el secretario de Estado, George Shultz, y junto con sus compañeros visitará el miércoles el Pentágono.Por expreso deseo de su padre, que también fue guardia marina en el Elcano hace 30 años, Felipe de Borbón acudirá también mañana a la Organización de Estados Americanos (OEA) y colocará una corona de flores ante la estatua de Isabel la Católica.

Una orquestina norteamericana amenizó con pasodobles la maniobra de atraque, que se prolongó durante casi una hora ante la visible irritación, del comandante del Elcano. Niñas quinceañeras con banderitas españolas y globos en los mismos colores, trataron desde el muelle, sin éxito, de ser vistas por el príncipe, que se mantuvo en un discreto segundo plano. La marinería del buque escuela cubrió las vergasen una espectacular maniobra, en el momento en que el embajador de España en Estados Unidos, Julián Santamaría, subía a bordo a las once de la mañana.