Se refuerzan las medidas de seguridad en torno al Rey en La Paz
El rey Juan Carlos hizo ayer una decidida defensa de la democracia "como concepción ética, y no sólo como sistema político" en su intervención ante el Congreso Nacional de Bolivia, integrado por las cámaras de senadores y diputados. En el acto público más importante -con el que concluyó su estancia de dos días en la capital boliviana-, el Rey expresó el apoyo español a la frágil democracia boliviana en medio de un impresionante aparato de seguridad.
La llegada del Rey a la plaza Murillo, donde se ubican el palacio presidencial, la sede del Gobierno y el Congreso, estuvo rodeada de estrictas medidas de seguridad para evitar posibles incidentes como los ocurridos el día anterior cuando una manifestación de mineros en huelga fue duramente abortada por la policía, con un saldo de varios heridos y detenidos.En su discurso parlamentario, el Rey añadió: "En las difíciles circunstancias por las que tenemos que transitar, nuestra obligación como servidores del Estado -desde su jefatura, desde, su poder legislativo, desde su gobierno y en toda la administración- ha de ser la de reafirmar la decisión democrática en los momentos de desánimo". "La enorme responsabilidad en tiempos de crisis, de todos aquellos que encarnamos al Estado, estriba precisamente en que tenemos, ahora más que nunca, que ser la representación digna, viva y alentadora de la nación", concluyó.
Protesta de indigenistas
Al comenzar la intervención del Rey tres diputados del MRTKL (Movimiento Revolucionario de Liberación, grupo indigenista radical) desplegaron una pancarta en la que se leía "Sufrimos aún la indigencia colonial", junto con la bandera de los campesinos (wipala) con un crespón negro. Los tres diputados abandonaron el hemiciclo segundos antes de acabar la intervención de don Juan Carlos. Al término del acto, dirigentes de este grupo comentaron a EL PAÍS que se trataba de un gesto contra el colonialismo occidental que había postergado la cultura quechua."Los colonialistas fueron los españoles, pero igual podían haber sido franceses o ingleses. Los tiempos han cambiado, ahora lo importante es la integración hispana". Uno de los diputados indigenistas, Víctor Hugo Cárdenas, comentó por su parte que su acción de protesta iba contra cinco siglos de colonialismo español y "el colonialismo interno".
El discurso del Rey fue interrumpido con aplausos cuando se refirió a la "firme decisión española de considerar a Bolivia el país prioritario dentro de la cooperación integral española".
El ministro de Información boliviano, Herman Antelo, en improvisada conferencia de prensa al término de la sesión parlamentaria, dijo que los tres diputados indigenistas apenas representaban el 1 % del electorado y el 2%. del Congreso. El ministro se mostró "muy preocupado" por la imagen del país en el exterior tras los incidentes que han salpicado la visita de los Reyes de España e insistió en que las manifestaciones no se habían producido contra la presencia del Rey sino que formaban parte de los problemas internos.
Varios dirigentes sindicales dijeron ayer a este periódico que la manifestación que originó los incidentes del jueves no tenían nada que ver con la presencia de los Reyes de España y que se trataba de una más de las protestas pacíficas que vienen haciendo diariamente desde hace tres semanas en la capital. "Las manifestaciones están al margen de cualquier intento de deslucir la visita de los Reyes. Este es un problema social que se hubiera solucionado antes de su llegada de no haber surgido la intransigencia del ministro de Minería", dijo Víctor López, secretario de la Federación de Mineros.
Por su parte, el máximo dirigente sindical del país, Juan Lechin, secretario ejecutivo de la poderosa Central Obrera Boliviana (COB), dijo a este periódico que las protestas de los trabajadores y la huelga de hambre que desde el lunes llevan a cabo una quincena de dirigentes sindicales, incluido él, estaba al margen de la visita real.
El sindicalista acusó a la policía por haber "provocado salvajemente a las mujeres y niños que formaban parte de la manifestación pacífica de mineros", y añadió que él no había firmado un documento de la COB, titulado una ingrata visita", en el que ocho dirigentes de la central obrera se pronunciaron contra la visita de los Reyes.
En cualquier caso, medios diplomáticos de La Paz señalan que es muy dificil que los sectores en huelga no aprovecharan como caja de resonancia la presencia de los Reyes. Algo similar ocurrió, hace dos meses, durante la visita del presidente de la RFA, Richard von Weizsacker.
Los Reyes se reunieron a mediodía con la colonia española en La Paz. En la sede de la embajada hispana, don Juan Carlos y doña Sofía recibieron el saludo de 400 compatriotas.
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