Shultz defiende la conferencia de paz para Oriente Próximo
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, pronunció en la noche del domingo (madrugada de ayer en España) la más firme defensa hecha por un miembro de la Administración norteamericana del proyecto de una conferencia internacional de paz para Oriente Próximo. Simultáneamente, altos funcionarios norteamericanos expresaron en privado sus dudas sobre el proyecto, principalmente debido al bloqueo que éste ha sufrido en el seno del Gobierno de coalición israelí.Aunque al iniciar su intervención expuso algunas reservas, Shultz manifestó ante el comité de Asuntos Públicos norteamericano-israelí su claro respaldo a esa iniciativa, afirmando que la Administración quiere "investigar todas las opciones posibles para encontrar la propuesta que conduzca más rápidamente a negociaciones de paz".
El secretario de Estado, que dijo que el rey Hussein de Jordania es sincero en sus esfuerzos por conseguir la paz a través de una conferencia internacional, afirmó que tal conferencia "no impondrá ninguna solución ni vetará ningún acuerdo de las partes negociadoras", y que EE UU apoya tal idea". No obstante, Shultz aclaró: "Ni el presidente [Reagan] ni yo nos hemos comprometido a la realización de una conferencia internacional, y no vamos a persuadir a otros países de que se comprometan". También reiteró que la posición oficial norteamericana sigue siendo fomentar el inicio de "negociaciones directas y rápidas".
En cuanto a la Unión Soviética, Shultz expresó su esperanza de que ese país pueda desempeñar un papel constructivo en la conferencia de paz, especialmente, dijo, tras "ciertos acontecimientos interesantes", que no especificó. Shultz se refería, al parecer, a la decisión de la URSS de dejar emigrar a más judíos y a las conversaciones entre representantes de Moscú y Tel Aviv para una eventual reanudación de relaciones diplomáticas entre ambas naciones. El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simán Peres, se entrevistó el domingo con el embajador soviético en Washington, Yuri Dubinin, poco después de su encuentro con Shultz.
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