Economía y Obras Públicas estudian reducir las ayudas en los créditos para adquirir viviendas protegidas
La reducción de la subsidiación de intereses el fomento de la rehabilitación, el mantenimiento de las ayudas personales, a mayor flexibilidad en las condiciones físicas de las viviendas y la desaparición de la desaparición fiscal por la compra de segunda residencia son las líneas básicas sobre las que girará el nuevo plan de vivienda para los próximos cuatro años, que estará definitivamente ultimado en la era quincena de julio.Hoy se reúne por primera vez la comisión interministerial creada para elaborar el plan con la asistencia de representantes de los dos ministerios implicados, Economía y Obras Públicas.
Ambos departamentos se muestran partidarios de mantener, en líneas generales, la financiación que el sector público destina a vivienda, es decir, 50.000 millones de pesetas en ayudas directas y en subsidiación e intereses. A ello hay que añadir el gasto fiscal, es decir, los 100.000 millones que Hacienda deja de ingresar por el conjunto de deducciones por intereses y desgravaciones por inversión en vivienda.
El principal cuello de botella se presenta, a juicio de las dos partes, en el gasto público por subsidiación de intereses, que supone 30.400 millones de pesetas en 1987. A través de esta subsidiación, los adquirentes de viviendas protegidas pueden, según su nivel de renta, obtener créditos con una tasa de interés inferior a la estipulada en convenio con la s entidades financieras. Según los primeros cálculos, este capítulo adolece de una "defectuosa imputación temporal de los costes", por lo cual representará en el año 2002 la friolera de 478.000 millones de pesetas, suponiendo que a partir de 1988 no se otorgue ninguna subvención.
Mientras el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) plantea que esta ayuda no debe reducirse porque la consecuencia será que la financiación de la vivienda será más cara, sino que debe redistribuirse de forma que los tramos más bajos de renta resulten favorecidos frente a los más altos, Economía apuesta por una reducción drástica en favor de las subvenciones directas. Fuentes de Economía señalan que la subsidiación de intereses es más injusta socialmente que las ayudas personales, pues a lo largo de la vida del préstamo puede cambiar la situación económica del beneficiario.
Problemas burocráticos
El gerente de la Asociación Nacional de Promotores-Constructores, Manuel Martí, considera que no será eficaz el cambio de menor subsidiación de intereses por mayores subvenciones personales, y, fundamentalmente, por un problema burocrático, "dado que desde que se concede la subvención personal hasta que el adquirente la puede cobrar pasa hasta un año".En el aspecto fiscal, Hacienda, contra el criterio del MOPU, propone que la actual desgravación por la compra de una segunda residencia desaparezca. Pero el director general de Vivienda, Alberto Valdivieso, opina que "ello haría mucho daño al sector". Y mantiene el mismo criterio que los promotores.
La coincidencia entre los ministerios es plena en cuanto a potenciar la rehabilitación de viviendas, aunque se reconoce que este aspecto no, está demasiado asimilado en España. Martí, por su parte, piensa que no es "la panacea", y en determinados casos no sale rentable.
La Administración está estudiando también modificar las características físicas de las viviendas protegidas con vistas a superar el límite actual del 12% en una misma promoción de viviendas menores de dos habitaciones.
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