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Sucesión de entuertos de la policía sueca tras el asesinato de Palme

La actuación de la policía en las horas inmediatas al asesinato de Olof Palme, el pasado 28 de febrero, constituyó una sucesión de errores difíciles de comprender, según se desprende del informe de la comisión de juristas que el Gobierno había designado para investigar dicha actuación, informe que acaba de ser presentado al ministro de Justicia, Sten Wickbon.El informe no formula ninguna explicación sobre la razón de tantos errores, pero el presidente de la comisión, Per-Erik Nilsson, estima que los errores fueron más graves de lo que se habían imaginado cuando comenzaron su trabajo. Lo más sorprendente, agrega, fue la ausencia de una división de responsabilidades dentro del máximo organismo policial en la noche del crimen. Otra curiosa circunstancia es que la mayoría de los altos jefes se encontraba esos días de vacaciones.

El informe critica también al Gobierno por no haber comunicado inmediatamente lo sucedido a los responsables de Defensa, que se enteraron del asesinato del primer ministro varias horas después, a través de llamadas telefónicas de un agregado militar de Estados Unidos. Al mismo tiempo se critica al Gobierno por haber celebrado esa noche una reunión extraordinaria a la que la mayoría de los ministros llegó en taxi y sin protección policial. De haberse tratado de un golpe de Estado o de una invasión extranjera, la mayoría de los miembros del Gobierno estaba totalmente desprotegida.

Se enumeran algunos puntos concretos en que la incompetencia o descuido de la policía fue más evidente y no se aventuran hipótesis sobre en qué medida esas omisiones influyeron en las pesquisas siguientes, pero sí se admite que algunos errores causaron daños irreparables.

Falta de coordinación

Sólo una parte del personal policial que estaba de servicio fue utilizada en la búsqueda inmediata del o los asesinos. Muchas horas después del crimen había comisarías en Estocolmo y delegaciones provinciales que ignoraban la suerte del primer ministro. Esta falta de comunicación hizo que las posibilidades de establecer un cerco quedaran anuladas.Incluso el lugar del crimen y sus alrededores no fueron convenientemente cercados y no sólo pudieron borrarse huellas importantes por la afluencia del público sino que el asesino pudo escapar sin grandes impedimentos del lugar del crimen y también del país. Las conclusiones del informe no aluden a la necesidad de investigar el por qué de tantas lamentables coincidencias pero sí señala la necesidad de tomar medidas para evitar en el futuro errores similares. Se señala la importancia, entre otras cosas, de crear una fuerza especial antiterrorista.

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