Condenado en México el ex presidente, de Pemex por la compra fraudulenta de dos barcos
Jorge Díaz -Serrano, ex presidente de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) y ex senador, fue condenado por un tribunal de México a 10 años de cárcel y al pago de 54 millones de dólares (6.750 mifiones de pesetas), en concepto de reparación de los daños causados por la compra de dos barcos petroleros, que la sentencia consideró fraudulenta.La reparación está considerada la más alta de la historia de la justicia penal mexicana.Con Díaz Serrano se condena a uno de los dos grandes símbolos -el otro es el ex jefe de la policía.del Distrito Federal Arturo Durazo, más conocido por El Negro- de la corrupción durante el sexenio de gobierno del presidente José López Portillo. Díaz Serrano dirigió Pemex, la gigantesca empresa paraestatal encargada de explotar y administrar el petróleo mexicano. En la época del auge petrolero, Díaz Serrano tuvo un extraordinario poder desde la presidencia de Pemex.
Procedía de la enipresa,privada y mantuvo negocios. con el actual vicepresidente de Estados Unidos, George Bush. Díaz Serrano llegó a decir que "estamos sentados sobre un mar de petróleo", para referirse a la riqueza petrolera de México, que fue uno de los factores del actual hundimiento de la economía del país por basar en ese auge petrolero la solicitud de buena parte de los créditos con el extranjero que ahora se acumulan en forma de deuda externa.
La aparentemente irresistible ascensión de Díáz Serrano, de quien se Negó a hablar como posible sucesor de López Portillo, despertó las iras dentro del sistema político mexicano y se concentraron contra él los ataques de varias tuerzas, que obligaron al presidente a cesarle en la presidencia de Pemex. Recibió como consuelo una senaduría, pero, a mediados de 1983, fue -llevado a la cárcel bajo la acusación de fraude, ya durante la actual presidencia de Miguel de la Madrid. Se acusó al ex presidente de Pemex de la adquisición de dos barcos petroleros con un sobreprecio de 34 millones de dólares(4.250 millones de pesetas al cambio actual).
Para muchos observadores de la política mexicana, Díaz Serrano es un chivo expiatorio, sacrificado en aras de la política de renovación moral del actual sexenio presidencial, precisamente por su falta de base de apoyo dentro de la llamada familia revolucionaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pefflex era ytión económica siempre fue considerada como desastrosa, pero Díaz Serrano se considera una víctima del sistema y así lo declaró inmediatamente después de conocer la sentencia judicial que le condenó.
En un comunicado, Díaz Serrano aseguró que el papel de sus acusadores fue "denigrante y penoso" y se refirió a los "planes de convertirme en trofeo de una hiIpácrita renovación moral". Según el condenadol, que piensa recurrir contra el fallo judicial, .con esta torpe sentencia culmina un inicuo proceso del que he sido víctima por razones de orden político".
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