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Crítica:CANCIÓN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sobre el realismo delirante

En el principio fue el realismo divino. Después hubo otros realismos no tan serios pero no menos reales: el realismo socialista, el realismo monárquico, el realismo mágico, el realismo sucio. El duelo entre Manolo Escobar y El Fary puede significar la aparición del realismo delirante que, como su nombre sugiere, es un realismo de introducción al delirio.El Palacio de los Deportes se convirtió en el palacio del delirio. No había muchos modernos, pero sí bastantes marquesas infiltradas, marujas a discreción, ancianas, bebés, militares, cantineros, ciudadanos que han perdido el carro, amores secretos, bullanga y muchos iniciados en el arte de bailar sevillanas. Todos ellos, un público entregado, fervoroso,Jaranero.

Noche andaluza

Manolo Escobar, El Fary y Los Cantores de Híspalis. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Madrid, 30 de abril.

Manolo Escobar -terno negro, corbata roja, botines de charol con tacón esplendoroso- salió al escenario como un jabato dispuesto a cantarlo todo, esgrimiendo una sonrisa de vencedor, mandando y apabullando. Su voz de trueno convirtió a la orquesta en un tenue susurro casi inapreciable. Escobar es un trueno, muy fuerte. De hecho, su testa ha sido copiada luego por los rockabillies.

El pontífice

El cantante de Almería luce agresivas patillas, agresivo tupé, agresiva laca y agresivas canciones. Manolo Escobar, más que cantar, pontifica a sus secuaces y seguidores, ejerciendo de acólitos sus hermanos Salvador y Baldomero.Manolo Escobar dejó demostrado una vez más ante el público del Palacio de los Deportes de Madrid que sólo tiene tres amores, a saber, su madre, su señora y su hija. La praxis escobarina nada tiene que temer al SIDA. Aquí puede haber sin duda un profeta del futuro pluscuamperfecto.

El pasmo de Almería no ha variado un ápice: sigue buscando un carro que le robaron en infausta romería, sigue increpando al cateto del hermano de un amigo suyo que le quiere venir con leyes y luego todo retumba. Es cierto que ya no se atreve a decir a su señora que se abstenga de la minifalda para acudir a los toros, pero se marca una versión auténtica del pasodoble de Serrat Qué bonita es Badalona. Se despidió: "Algo se muere en el alma cuando Manolo se va". Dicho lo cual se fue.

Pequeño y pinturero

Y salió El Fary, pequeño, pinturero, tieso como una vara verde, risueño, sin corbata, con amplios tacones. En el Palacio de los Deportes estaba presente su madre, su viejita, base fundamental de la dialéctica fariniana. Si Escobar es agresivo, El Fary es un agitador de masas y sabe enloquecer tanto a las marujas y como a los infiltrados.A todos ellos les demuestra con gorolitos sublimes que la categoría no es algo que se pueda comprar, que el dinero hay que saber gastarlo y que su viejita es lo mejor que hay, mejorando lo presente.

El Fary despista un poco cuando solicita a los presentes "chocolate que me ponga bien". Pero nadie se escandaliza por esto. Las marujas, desde que vieron en la pequeña pantalla la serie televisiva Falcon Crest, ya no se asustan de nada.

Los Cantores de Híspalis, por su parte, terminaron la Noche andaluza por sevillanas. Para asimilar la teoría.

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