La operación que no pudo ser.
Tomás Rinconada, proyectista de ferrocarriles, de 37 años, fue uno de tantos pacientes que había sido preparado para ser operado ayer -en este caso, en la planta de traumatología de La Paz, tras un accidente que sufrió recientemente- y que, debido a la huelga de médicos, tuvo que esperar una nueva fecha, todavía por determinan Su mujer, Carmen Páez, de 33 años (que está sentada junto a él en la habitación del hospital), también sufrió las consecuencias del paro puesto que no pudo hacerse una citología prevista para ayer en el mismo hospital. Ambos han protestado, entre otras cosas, porque nadie les había avisado sobre la huelga.
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