Final del cambio
Ustedes ya no distinguen entre lo real y lo imaginario. Mientras que en la parte seria de su periódico el señor Guerra afirma cínicamente que el imaginario cambio se ha producido ya, en El País Imaginario se publica una carta (supuestamente jocosa) que dice verdades como templos. Esa carta habla de las últimas redadas antidroga (claramente electoralistas) que dejan al caballo cabalgar libremente por la ciudad, mientras la presión se dirige hacia los consumidores de hachís, y todo para tranquilizar a los ciudadanos votantes. Pues eso que a ustedes les parece tan divertido, a mí me parece muy serio. Con 20 años, uno mira a su alrededor- y no ve más que basura. Basura son todas las instituciones y estructuras de poder, los poderes fácticos y ¿tras formas de expresión de este podrido sistema en el que nos toca sobrevivir. Uno lucha inútilmente, uno se deprime mucho y, para no morirse de asco, uno se fume unos porritos y se bebe unas cervezas con los amigos y se olvida durante un ratito de la mierda que nos envuelve. Nos reímos' de todo porque no creemos en nada. Fumamos porros y queremos que nos dejen en paz. Ésta es nuestra terapia, muy beneficiosa no sólo para los consumidores, sino también para los de arriba. Mientras. fumamos no molestamos y no protestamos. Claro que ellos prefieren que nos metamos burro, porque- los yonquis están muy ocupados en buscarse la vida para protestar por algo. Será por eso por lo que se persigue más a los porreros que a otros traficantes gordos que cabalgan libremente en sus sillones. ¿Y qué?, .no pasa nada, vivimos en democracia, y, en su nombre, todo es posible. A lo mejor, hasta publican esta carta para recordar a los ingenuos lectores lo demócratas que somos todos. Puede que reciclen mi carta, como todo lo que ataca al sistema, para asentar más aún esta podredumbre. ¿Cómo?, muy fácil, con una frase como ésta: "Estos individuos pertenecen a una rara especie de resentidos en vías de extinción; no creen en nuestra gloriosa democracia, pero no son peligrosos; se recomienda coleccionarlos, siempre que se tomen medidas de precaución". ¿Y qué?, no pasa nada, vivimos en democracia, ¿recuerdan? ¡Disuélvanse, por favor!- .
