La Guardia Civil desactiva una potente bomba en un campo de fútbol próximo a Pamplona
La Guardia Civil localizó el pasado fin de semana en el Alto de Echauri, situado a unos 15 kilómetros de Pamplona, tres zulos con diverso armamento y munición pertenecientes al comando legal de ETA Militar Txalupa, dos de cuyos integrantes, Emiliano Iturri y Alfonso Yoldi, fallecieron el pasado día 5 de abril en la localidad de Tafalla al explosionar el artefacto que manipulaban. También fue desactivada una bomba-trampa con 18 kilos de explosivo y 150 metros de cable subterráneo preparada para hacer explosión junto a un campo de fútbol de la localidad de Burlada, próxima a Pamplona.
El servicio de información de la Comandancia de la Guardia Civil de la capital navarra ha identificado al joven pamplonés de 22 años de edad Germán Rubenech Roiz, Antxon, actualmente en paradero desconocido, como el presunto cuarto integrante del comando Txalupa, otro de cuyos presuntos miembros, el concejal de la localidad de Echauri Martín Pérez Yalar, se encuentra internado en el hospital de Navarra recuperándose de las heridas sufridas en el mismo atentado de Tafalla.La Guardia Civil atribuye al comando el atentado frustrado perpetrado en Pamplona el pasado 15 de marzo contra el teniente coronel del Ejército de Tierra Antonio Alba Rojas, así como la colocación de varios explosivos en los años 1986 y 1987.
Declaración del herido
El descubrimiento de los tres zulos del comando se produjo pocas horas después de que Martín Pérez Yalar prestara declaración judicial en la habitación hospitalaria que ocupa.
Los tres zulos se encontraban en el Alto de Echauri, localidad en la que residían dos de los presuntos integrantes del comando, uno de ellos fallecido. Los tres estaban próximos entre sí y ocultos con ramas. Uno de ellos consistía en un bidón de plástico cerrado herméticamente, en el interior del cual se hallaron una metralleta marca MAT;. cuatro pistolas Star con cuatro cargadores; una granada de mano marca ETA; 20 metros de cordón detonante; 100 cartuchos de munición 9 milímetros parabellum marca Geco y 245 cartuchos del mismo calibre, marca FN. Asimismo, se hallaron 12 temporizadores, un radioteléfono portátil, imanes, detonadores y cable eléctrico.
En el segundo zulo, descubierto también en la noche del pasado sábado, y consistente en un cajón de madera en cuyo interior había una nevera de camping portátil, se encontraron tres kilos de Goma 2, ocho kilos de explosivo amonal y cinco detonadores eléctricos, todo ello distribuido en cuatro paquetes explosivos preparados para su colocación. En la mañana de ayer, domingo, la Guardia Civil localizó un tercer zulo ubicado a cuatro metros de los anteriores y que contenía siete kilos de Goma 2, dos kilos de amonal, cordón detonante, tres manuales de explosivos y herramientas para preparar artefactos.
Bomba-trampa
Horas después, la Guardia Civil localizó y desactivó una bomba-trampa colocada en el campo de fútbol de Burlada, localidad del cinturón industrial de Pamplona. La bomba contenía 18 kilos de Goma 2 y 12 kilos de tornillería. Estaba situada en el lugar que habitualmente utiliza el Cuerpo Nacional de Policía cuando realiza su trabajo en el servicio de orden que se establece con motivo de la celebración de los partidos de fútbol.
El teniente coronel Javier González Lara declaró ayer que la bomba-trampa estaba en ese lugar desde hace dos meses y que su explosión hubiera provocado "una masacre", ya que no sólo hubiera afectado a los policías sino también a muchos espectadores.
De otro lado, un artefacto destruyó en la noche del pasado sábado en Pamplona un concesionario de la firma francesa Michelin. Según fuentes policiales, tanto este atentado como otro registrado en la capital navarra contra la misma firma son obra de otro comando de ETA.
