Fuerte malestar en el PSOE y áreas del Gobierno por las "interferencias" del Banco de España

Numerosos dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), presidentes de empresas y bancos públicos y militantes cercanos a la Presidencia del Gobierno y al área económica del Ejecutivo expresaron ayer su profundo malestar por lo que denominan "continuas interferencias" del Banco de España en la política económica oficial. La más rotunda de estas quejas fue expresada por Joaquín. Leguina, que declaró: "El Banco de España es un banco doblemente emisor: emite moneda, pero también emite ideología". Paralelamente, Javier Solana confirmó en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo "mantiene la expectativa de inflación para 1987 en el 5%".

Numerosos militantes cualificados del PSOE situados en cargos de responsabilidad en distintos escalones de la Administración del Estado y del sector público criticaron ayer duramente al Banco de España por las "continuas interferencias" en la política económica del Gobierno. La última de esas interferencias se habría producido con la publicación, en su último boletín económico, del artículo La inflación subyacente en la economía española: estimación y metodología.En dicho artículo se afirma que "el crecimiento acumulado para el índice de precios al consumo (IPC) global durante 1987 se predice entre el 5,1% y el 5,9%, según sea el perfil mensual con el que se logre el objetivo anual definido para las magnitudes monetarias". Asimismo, en el trabajo se aportan indicios de que el crecimiento del índice de precios en el pasado enero anunciado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es incorrecto, "debido a un error en el cómputo del componente de servicios del IPC". El banco estima que el incremento correcto sería del 0,9%, y no del 0,7%. Además, explica que, "independientemente del error mencionado, la incidencia de los precios de la vivienda en el IPC parece que está sesgada a la baja".

Los socialistas critican tanto el palmetazo dado por el Banco de España al INE como la inoportunidad de sacar en estos momentos el artículo en cuestión, cuando el centro de la polémica sobre política económica y de los conflictos colectivos está en conocer la verdadera evolución de la inflación y el incremento salarial más equilibrado. Uno de los economistas más cualificados del PSOE, que ha defendido hasta ahora las posiciones del Ministerio de Economía y Hacienda de situar los salarios en torno a un 5% de subida, explicó ayer que "los datos del Banco de España han vuelto a demostrar que los sindicatos son prudentes en sus demandas".

Emitir moneda e ideología

El crítico más tajante del banco emisor, y el único que no tuvo inconveniente en aparecer con nombres y apellidos, fue Joaquín Leguina, presidente de la comunidad autónoma de Madrid y estadístico facultativo profesional, quien declaró: "El Banco de España es doblemente emisor: emite moneda, pero también emite ideología. La ideología que ha transmitido ahora es contraria al Gobierno; primero ha hecho una jugada mezquina al INE, que ya había descubierto el error en el índice. Además, está afirmando continuamente que la economía española está recalentada. Si la mayor parte de los convenios no está firmada, y por otra parte está creciendo la inflación, habrá que reconocer que están influyendo otros factores. Es el momento de sentar la mano al Banco de España por jugar un papel que no es el suyo, como es la transmisión de ideología, y menos cuando esa ideología es contraria a lo que está defendiendo el Gobierno".Los socialistas consultados afirman que se están dirigiendo mensajes a la opinión pública en el sentido de que la economía española está descontrolada, cuando no es cierto. Estos mensajes se habrían sustanciado en dos ocasiones al analizar el crecimiento de los alpes (activos líquidos en manos del público) y ante algunas recomendaciones de que era necesario aumentar las retenciones en el impuesto de la renta para drenar liquidez. El próximo temor a tener en cuenta sería cuando se conozca la evolución del IPC de marzo, cuyas primeras previsiones se estiman en un 0,6%.

Un portavoz del Banco de España recomendó ayer la lectura íntegra del artículo en cuestión, para que los que le critican tengan una opinión exacta de lo que en él se dice. Paralelamente dio a conocer un comunicado oficial en el que se dice que el banco no ha denunciado error alguno en los cálculos del INE sobre el crecimiento del IPC de enero y que "las previsiones de los autores sobre las tendencias básicas de la tasa de inflación en 1987 sitúan dicha tendencia, de acuerdo con los diversos indicadores utilizados, entre el 4,8% y el 5,9% y concluyen que los resultados muestran que el objetivo de inflación del 5% es alcanzable si no se producen nuevas perturbaciones en la economía que afecten al nivel de precios".

El artículo del boletín del Banco de España no era conocido en Presidencia de Gobierno hasta el momento de las primeras noticias sobre él en la Prensa. Este periódico no pudo comprobar si el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, sabía de su existencia, aunque fuentes cercanas a este departamento explicaron que habitualmente el ministro conoce las galeradas del boletín antes de su impresión.