Para el tercer milenio
Turquía no puede aspirar a ingresar en la CE antes del año 2000. Ésta es una opinión generalizada en medios comunitarios y españoles, dada la especificidad de los problemas que plantea Turquía para la CE, la oposición de Grecia a aceptar tal paso y la experiencia de anteriores ampliaciones.Cada ampliación ha ocasionado problemas propios. Y, hasta que no se han resuelto, no se ha llevado a efecto. El proceso ha sido cada vez más largo. El Reino Unido (seguido de Irlanda y Dinamarca) presentó su demanda en mayo de 1967 e ingresó a los cinco años y ocho meses. Grecia ingresó cinco años y siete meses después de presentar su demanda.
La tercera ampliación tardó aún más en efectuarse. Portugal presentó su demanda en marzo de 1977, seguida de la española, en julio de ese año. La Comisión tardó 14 meses en preparar el dictamen sobre el caso portugués y 16 meses sobre el español. Con España, las negociaciones propiamente dichas duraron seis años y un mes, y el ingreso se produjo ocho años y medio después de la petición.
El acuerdo de asociación entre Turquía y la CE data de 1963. Pero la Comunidad suspendió sus relaciones con Ankara a raíz del golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980. Las relaciones se reanudaron en septiembre pasado en el curso de una reunión de los jefes de la diplomacia de los doce y el de Turquía, Vahit Halefoglu. Pero este proceso de normalización ha chocado con la firme oposición de Grecia.
La CE es el principal socio comercial de Turquía. A ella se dirigió en 1986 un 43,8% de sus exportaciones -fundamentalmente textiles y productos agrícolas-, y de ella procedió un 41,1% de sus importaciones.
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