El coronel De Meer es absuelto tras admitir que se entrevisto con Gaddafi
El consejo de guerra que juzgó ayer en Sevilla al coronel Carlos Meer por abandono de residencia dio a conocer poco antes de la media noche su sentencia absolutoria.El proceso reconoce haberse entyrevistado en Trípoli con el líder libio, Muammar el Gaddafi. Por otra parte, el capitán de la Guardia Civil Gil Sanchez Valiente, huido de España tras el intento frustrado de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, se entregó ayer a la policía en el aeropuerto de Barajas, adonde llegó procedente de Miami (Estados Unidos) con su mujer y sus hijos
El tribunal militar se centró en averiguar si De Meer estuvo cinco o más días fuera de Madrid cuando viajó a Libia en enero de 1986, ya que ése es el límite temporal que fija el Código de Justicia Militar para diferenciar entre falta y delito por abandono de residencia.El tribunal apoya la sentencia absolutoria en que no ha podido determinar con certeza si el coronel estuvo fuera cinco o seis días. En cualquier caso, recomienda al capitán general de Sevilla que le imponga una sanción disciplinaria. El fiscal, coronel Carlos Rodriguez , había pedido siete rneses de prisión, mientras el defensor, José María del Nido, solicitaba la absolución.El fiscal defendió que el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) había aportado pruebas de que De Meer salió de Madrid el 23 de enero y volvió el 29. El abogado del coronel dijo que no había prueba alguna de ello, y aseguró que De Meer salió el 24 y volvió el 26. En su alegato final, De Meer, que admitió en los pasillos que viajó a Libia con nombre falso, aseguró que era "víctima de calumnias" del ministro de Defensa y del CESID.
Durante el consejo de guerra fue leído un informe del CESID en el que se asegura que De Meer explicó al líder libio, Muammar el Gaddafi, que tenía prevista"la realización de un golpe de Estado", pero en noviembre de 1986 la Audiencia Nacional decidió archivar la causa abierta contra él por presunta conspiración para la rebelión y este punto no fue considerado por el tribunal.
El capitán Sánchez Valiente, tras entregarse a la policía, prestó declaración ante el juez militar e ingresó en la prisión de Alcalá de Henares. Está procesado por abandono de residencia, ya que su nombre no figura entre los acusados del 23-F. Páginas 13 y 14
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