Ferrero acusa a Bengoechea de haberle suministrado la colza como aceite comestible.
Los dos principales implicados en el juicio sobre el síndrome tóxico, Juan Miguel Bengoechea y Ramón Ferrero, se enfrentaron ayer durante la segunda jornada de la vista pública, que se desarrolla en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid. Ferrero, almacenista de Alcorcón, acusó al mportador de la colza de haberle vendido la mercancía en calidad de producto apto para el consumo humano, después deque Bengocehea le hubiese incriminado a su vez de haber desviado a la alimentación de miles de familias españolas un aceite adquirido como industrial.Tras el silencio guardado por los hermanos Bengoechea ante las preguntas de los acusadores particulares y el fiscal, Ferrero optó ayer por contestar. El sentido de sus respuestas confirma lo que ya apuntaba el sumario: que el importador y los almacenistas van a acusarse mutuamente de desviar hacia el consumo humano un aceite desnaturalizado.
En esta ocasión apenas hubo cola en la entrada al recinto, y durante la sesión permanecieron cerca de 200 asientos vacíos.
Esto se debe, por un lado, a que las organizaciones de afectados pidieron a sus socios que no se movilizasen, para evitar incidentes, ya que decenas de víctimas del envenenamiento no pudieron acudir porque los autobuses contratados al efecto no les recogieron. Los alrededores del auditorio estuvieron ocupados sólo por la policía.
Las incidencias se limitaron a un enfrentamiento verbal, registrado al comienzo de la sesión, entre los abogados defensores y los letrados que representan a los afectados.
Páginas 14 y 15
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