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Entrevista:

Cunhal: "La revolución de abril aún no ha terminado"

El líder del PCP propugna la convergencia con socialistas y renovadores para derribar a Cavaco Silva

Álvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista Portugués (PCP), cree que los claveles de la revolución de abril no están marchitos. Su esperanza es que el movimiento popular fuerce a la dirección socialista a un acuerdo -con el PCP y el Partido Renovador Democrático (PRD); del ex presidente Antonio Ramalho Eanes- para derribar al Gobierno del socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva, cuya gestión considera antidemocrática y anticonstitucional. Cunhal, de 73 años, mira hacia Moscú, aunque niega que se refleje en el espejo soviético, y reconoce que su partido es marxista-leninista, vacuna, según él, contra la petrificación. En Portugal, lo normal es verle serio. Pero estos días, en Madrid, donde dialoga con sus compañeros del PCE, se muestra jovial, como un mito que sabe reír.

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Pregunta. ¿Cuál es la posición de su partido respecto a la moción de censura contra el Gobierno de Cavaco Silva presentada por el PRD del ex presidente Eanes?Respuesta. El Gobierno tiene sólo el apoyo de 88 diputados de un total de 250. Los partidos democráticos comunista, socialista, renovador democrático y otras dos pequeñas formaciones- tienen 140, -o sea, mayoría absoluta. El Gobierno lleva una política de de derechas, contra la Constitución, la legalidad democrática y las conquistas democráticas alcanzadas por la revolución de abril. Debe cambiarse lo ante posible. Hay condiciones institucionales para ello, y la moción de censura crea la oportunidad jurídica. Todo depende de la convergencia de los partidos democráticos.P. ¿No apuesta el PCP por elecciones anticipadas?

R. No hacen falta para que se forme un Gobierno que cuente con el apoyo mayoritario de la Asamblea, con la base del PCP, el PS y el PRD. Los tres tienen la posibilidad de cambiar la política portuguesa pero ninguno de ellos sin los otros dos. ¿Para qué unas elecciones, si ya hay una mayoría de diputados democráticos? Nosotros creemos que los comunistas hacen falta en el Gobierno, pero estamos abiertos a otras soluciones. Depende de la posición de los demás partidos democráticos, particularmente del socialista, que se concrete o no el acuerdo.El apoyo a Soares

P. Mario Soares no sería presidente si el PCP no le hubiera apoyado en la segunda vuelta Pero los socialistas no parecen estar dispuestos a pagar el servicio y favorecer un acuerdo con los comunistas.

R. Nosotros ponemos en primer lugar los intereses del pueblo. Combatimos la candidatura de Soares, la consideramos de derechas y no aprobamos su programa. Pero le apoyamos en la segunda vuelta para evitar la victoria del candidato de la extrema derecha, con la dinámica de revancha y fascista. No hicimos ningún servicio a Soares, y, por tanto, los socialistas no tienen que pagar ninguna factura.El acuerdo entre comunistas y socialistas depende, sin dada, de la decisión de las direcciones de ambos partidos, pero también de la voluntad de los militantes de base, de los trabajadores y del movimiento popular, así como de la fuerza del PCP, que puede contener las tentaciones de otros partidos democráticos de llegar a alianzas con la derecha.

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P. ¿Sigue siendo el PCP un partido revolucionario?. O, por decirlo de otra forma, ¿sigue siendo necesaria una revolución en Portugal?

R. La revolución empezó, pero aún no ha terminado. Aún está viva, porque están vivas las conquistas democráticas del pueblo portugués alcanzadas con la revolución de abril. Aún está nacionalizada la banca, aún existe una reforma agraria, aún existe una legislación laboral que es la más progresista de la Europa capitalista, aún existe un poder local democrático y aún existe un movimiento obrero fuertemente organizado.

Pero ha habido 11 años de política contrarrevolucionaria, con sucesivos Gobiernos, con o sin el Partido Socialista, y con la línea estratégica fundamental de restaurar el poder económico y político de monopolios y terratenientes, ligados al imperialismo extranjero, que tiranizaron y explotaron a nuestro pueblo y al de las colonias portuguesas durante más de 48 años. Por eso, el PCP continúa siendo revolucionario, no sólo en cuanto a métodos y fórmulas de intervención, sino también en cuanto a la necesidad de cambios progresistas en la sociedad.

P. El PCP sigue definiéndose como marxista-leninista. En esto no sigue el ejemplo de otros partidos comunistas europeos...

R. Y ellos no siguen el nuestro.

P. ¿Es que Portugal constituye un caso especial?

R. El caso especial fue la revolución y todavía hoy, la situación en Portugal es singular. Para el PCP, el marxismo-leninismo es un conjunto de teorías que facilita instrumentos para el análisis de la realidad y el hallazgo de soluciones nuevas para problemas y situaciones nuevos. No es una doctrina petrificada, sino un conjunto de teorías en constante enriquecimiento y evolución. Y en la revolución portuguesa, ha permitido al PCP dar muchas muestras de creatividad.

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