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Miguel de la Madrid y Alan García estudiaron en México el tratamiento del problema de la deuda

El presidente peruano, Alan García, y el de México, Miguel de la Madrid, han analizado durante tres días esta semana, en la capital mexicana, el problema de la deuda externa latinoamericana. Alan García ha tratado de evitar durante su estancia en México que se produjeran discrepancias con sus anfitriones por los diferentes caminos escogidos para abordar el problema. El presidente peruano se reafirmó en su postura de que su país, que se encuentra en situación de moratoria de pagos, sólo hará efectivo anualmente el equivalente al 10% de sus exportaciones. México, por su parte, ha conseguido nuevos créditos de sus acreedores bancarios que le permitirán seguir atendiendo el servicio de su deuda externa.

A preguntas de este periódico sobre las diferencias entre Perú y México en el tratamiento de la deuda externa, García respondió que "yo no he venido a discrepar, ni a exportar un modelo, ni a imponer una condición, ni una interpretación. Y lo que haga México, de acuerdo con su pueblo, de acuerdo con su sistema político y de acuerdo con su presidente, estará bien hecho. Nosotros apoyaremos todo lo que haga un país latinoamericano".Destacó el presidente peruano el esfuerzo de México "por replantear, por renegociar. Es un esfuerzo que debe ser considerado. No porque no exista una moratoria inmediata nosotros creemos que se desande el camino. Nos basta con saber que se están replanteando las condiciones, que se están exigiendo plazos diferentes, bajar los intereses. Eso es suficiente".

"Nosotros no podemos pedir que todos caminen de la misma forma o entiendan de la misma manera la historia como nosotros la entendemos", mantuvo el presidente peruano. "Ese tipo de dogmatismo colonial hace cinco siglos que debió ser superado". García concluyó su respuesta con un "escríbalo así en EL PAÍS."

Gestos poco habituales

Durante su visita a México, García supo ganarse con su simpatía y gestos poco habituales el corazón de los mexicanos y de la opinión pública. En la noche del martes, en pleno banquete ante políticos y diplomáticos, García levantó la voz para acompañar su canción ranchera favorita, El rey.Algunos comentaron irónicamente que esa ranchera podría servir de himno a los países deudores dispuestos a la moratoria. El texto de la ranchera dice que "con dinero y sin dinero, yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley". El miércoles, durante la recepción que le dio la ciudad de México, García se sumó al mariachi y volvió a cantar El rey, más otra de propina entre el jolgorio del público presente.

Tan hábil como con las rancheras se mostró García ante los periodistas con sus argumentos en defensa de la posición peruana ante la deuda externa. Dijo el presidente peruano que la banca comercial puede esperar sin cobrar su deuda, porque "si no le pagamos a la banca comercial, ningún banquero morirá tuberculoso como sí puede ocurrir con muchos peruanos. Si no le pagamos a la banca comercial, ningún banquero dejará de tener escuela o libros, o asistencia sanitaria o alimento o trabajo".

Comer cinco años

Explicó el presidente peruano que muchos le auguraron que se quedaría sin dólares con su política "y yo digo, sí, pero el pueblo habrá comido cinco años. Y dar de comer a una generación mal comida ya justifica históricamente algo. Ahora mientras tanto muchas cosas pueden pasar".Alan García celebró como un triunfo propio, "ya somos dos" manifestó, la reciente declaración de moratoria en los pagos de la deuda acordada por el Gobierno brasileño que preside José Sarney. Según el presidente peruano "la deuda es la expresión moderna del imperialismo, que antes dominó materias primas o industrias y que hoy nos domina financiera y políticamente".

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