Diana de Gales

asistió el pasado fin de semana, en el condado de Lincoln, a su primera cacería del zorro, tan tradicional en el Reino Unido. La esposa del heredero de la corona británica cabalgó muy bien y "no se cayó del caballo a pesar de la dificultad del circuito", según John Barry, presidente de la partida de caza The Belvior, una de las más antiguas del país. Lady Di, que iba acompañada de su hermana Sarah McCorquodale, comenzó a practicar la equitación desde niña, pero a los ocho años se cayó de un poni y no volvió a cabalgar hasta que la reina Isabel II la convenció para que volviese a montar a caballo tras su boda con el príncipe Carlos. Sin embargo, la cacería del fin de semana ha irritado a las sociedades contra la práctica de deportes crueles. Un portavoz de esta liga señaló que "estamos muy desilusionados" porque un miembro de la familia real participase en una cacería.