_
_
_
_
_

La Alianza amenaza el predominio de los conservadores en el Reino Unido

La Alianza de liberales y socialdemócratas en el Reino Unido representa en estos momentos una amenaza más seria para los planes conservadores de conseguir una mayoría absoluta en las próximas elecciones generales que la oposición tradicional, representada por el Partido Laborista. Y consciente de ese peligro, la jerarquía tory, encabezada por la primera ministra, Margaret Thatcher, ha comenzado a dirigir su artillería pesada contra los aliancistas. Por primera vez desde las últimas elecciones generales de 1983, donde estuvieron a punto de conseguir más porcentaje de voto popular que los laboristas, la Alianza ha conseguido colocarse en segunda posición en preferencias del electorado en una encuesta publicada el domingo por el Sunday Telegraph.La encuesta, encargada por el cuartel general conservador, coloca a los conservadores en primer lugar con el 38,5%,, seguidos por la Alianza con el 30,5%, medio punto más que los laboristas. Estas cifras, unidas a las recientes victorias de los candidatos de la Alianza en las elecciones parciales de Greenwich y Truro, podrían alterar totalmente los planes de Thatcher de acudir a las urnas en la fecha esperada de junio y retrasar la convocatoria hasta el otoño.

Aunque la encuesta del Telegraph no coincide con otras dos publicadas por otros dos dominicales, el Sunday Times y el Observer, en lo que respecta a cifras, sí concuerda, sin embargo, en magnitudes. En las dos encuestas, los conservadores van seis puntos por delante de los laboristas (39% y 33%, respectivamente) y 13% por delante de los aliancistas. Pero, sin embargo, las tres encuestas confirman la recuperación de la Alianza, que ya está por encima de los porcentajes de elecciones de 1983.

Los conservadores se dan perfectamente cuenta de que esas cifras, extrapoladas a unas elecciones generales, les darían una mayoría de sólo 10 o 15 diputados en el mejor de los casos y una situación en la que nadie tendría la mayoría, en el peor. La reacción ante la amenaza aliancista ha sido típica de la primera ministra: atacar a liberales y socialdemócratas en un intento de frenar su avance.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_