Graves daños en la ocupación de la Embajada surafricana en París
Manifestantes antiapartheid escalaron en la noche del viernes los muros de la Embajada de Suráfrica en París y causaron daños materiales calculados en varios cientos de miles de francos para protestar por el encarcelamiento de un francés en Ciskei. El ministro de Asuntos Exteriores surafricano, Pik Botha, condenó ayer en Pretoria el incidente y pidió al Gobierno francés que proteja la misión diplomática contra "el vandalismo".
Unas 200 personas -que Botha calificó de "jóvenes comunistas"- atacaron la Embajada surafricana, situada en la ribera izquierda del Sena, en protesta por la condena de cuatro años de prisión impuesta el viernes a Pierre-André Albertini, de 27 años, en Ciskei, nominalmente un Estado independiente surafricano.
Los manifestantes gritaron: "Albertini y Mandela, la misma lucha". Según testigos presenciales, la policía contempló la acción sin intervenir y sin detener a ninguno de los participantes.
El Ministerio francés de Asuntos Exteriores se había manifestado el viernes "profundamente molesto" por la condena de Albertini, que fue enviado a Suráfrica como maestro en el marco de una cooperación y se encuentra detenido desde octubre pasado.
El partido comunista, que ha convocado una manifestación de protesta para el próximo día 25 de marzo, ha considerado la condena de Albertini "como un insulto a Francia por unos neonazis".
Un portavoz de la Embajada surafricana, Aubrey Morton, dijo que los asaltantes rompieron los cristales, dañaron los teléfonos y pintaron eslóganes antisurafricanos. Morton afirmó que los jóvenes permanecieron en la sede diplomática dos horas, y añadió que se está haciendo una evaluación de los daños para trasladárselos al Ministerio francés de Asuntos Exteriores.
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