El tribunal del juicio de la colza estará formado por tres magistrados

El tribunal que juzgará el caso del síndrome tóxico estará integrado por tres magistrados: José Antonio Jiménez-Alfaro como presidente, Siro García Pérez como ponente y Javier Gómez de Liaño, en contra de lo sugerido por alguno de los abogados que intervienen en el proceso, que mantienen que la sala debería estar constituida por cinco jueces, debido a la especial relevancia que tiene el asunto.

Varios defensores y algún acusador, como Antonio García Pablos, han anunciado que tienen la intención de solicitar la suspensión del juicio, ya que dada la especial trascendencia del asunto que se juzga, el tribunal tendría que estar formado por cinco magistrados en lugar de tres.También han explicado que pedirán el aplazamiento de la vista por defectos de forma o porque en el momento del juicio no se haya practicado alguna de las pruebas que el tribunal ya hubiera acordado su realización.

Todas las fuentes consultadas, catedráticos de Derecho, magistrados, miembros del Consejo General del Poder Judicial, con excepción de los letrados citados, han señalado que tres magistrados son suficientes para juzgar el caso. Especialmente desde la aprobación de la ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que en su artículo 196 establece: "En los casos en que la Ley no disponga otra cosa bastarán tres magistrados para formar sala".

La exigencia de los letrado partidarios de la suspensión está basada en el artículo 197 de la LOPJ que precisa: "Ello no obstante, podrán ser llamados, para formar sala, todos los magistrados que la componen, aunque la ley no lo exija, cuando el presidente, o la mayoría de aquellos, lo estime necesario para la administración de justicia".

Estos letrados también invocan el artículo 145 de la ley de Enjuiciamiento Criminal que dispone: "(...) Para dictar autos y sentencias en las causas cuyo conocimiento corresponde a las Audiencias de lo criminal, (...) serán necesarios tres magistrados, y cinco para dictar sentencias en las causas en que se hubiere pedido pena de muerte o reclusión perpetua".

En el caso del síndrome tóxico y aunque las penas pedidas para los principales implicados sumadas superan los 10.000 años de reclusión, no se ha pedido por ninguna de las acusaciones una pena máxima individual (30 años de reclusión) para ninguno de los procesados, lo que era requisito indispensable para que el tribunal lo integren cinco magistrados. Fuentes jurídicas próximas al tribunal, han insistido en que tres magistrados son suficientes.