_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La noche lóbrega

Don Alberto Iniesta, en su reflexÍón sobre la divinidad de la raza humana, argumentaba en su artículo del 10 de marzo de 1987 de su estimado querido diario: "...Los padres han recibido este don (el de dar la vida) como un encargo, pero no son propiamente sus propietarios; no pueden manipularlo, ni menos aún eliminarlo...", "...Dios, el varón y la mujer realizan juntos cada nuevo hombre, hijo de Dios y de los hombres...", es decir, no somos dueños de dar la vida, y mucho menos de quitarla (aunque esta vida sea la nuestra), ya que ésta no nos pertenece de ninguna forma. Pero la afirmación de que una fecundación in vitro no es válida, debido a que se realiza "...por medio de una manipulación científica y por personas ajenas, que no han recibido de Dios el encargo de traer este nuevo hombre al mundo...", creo que plantea problemas ético-religioso-científicos que no fueron debidamente recogidos en dicho artículo, ya que al recorrer otros campos de la ciencia aparece un caso en el que es práctica habitual y cotidiana la manipulación de la vida. Se trata de una clase de científicos que se toman la libertad de administrar la vida, sin ser conscientes de que el hombre, por sí solo, no es quién para evitar, dar (ni elegir el método), y, ni mucho menos, salvar una vida. Me refiero a esos seres tan abominablemente faltos de ética que denominamos médicos que hacen profesión de la administración de un don que no es suyo, ni del paciente ni de incluso la madre que lo parió.El origen de estas contradicciones, a mi parecer, radica en el dogma, regla fija, verdad segura que, a pesar de sustentar a la Iglesia durante siglos, ha llegado a convertirse en un terrible e in-

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

soluble problema debido fundamentalmente a su abuso y desvirtuación. Por ejemplo, se considera ético-religiosamente lícita la fecundación in vitro de la mujer a partir de esperma del marido. El problema dogmático radica en la obtención de ese esperma. Al sencillo método de una autoestimulación se opone un dogma (la masturbación no es lícita), pero como es dogma hay que desestimar el método y seguir por otro camino.

Se plantea entonces otro un poco más rebuscado, como el del uso de un preservativo durante un acto sexual, pero nos encontramos con una nueva barreradogma (el preservativo), y como el preservativo es dogma-objeto hay que despreservarlo, es decir, que la solución final está en agujerear el dogma-objeto.

¿Comprende ahora, señor Iniesta, por qué es preferible la noche lóbrega de Cronin al tortuoso camino en el que no perderse es un milagro? En fin, una masturbación mental.- Francisco D. Mateo. Biólogo. .

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_