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Nueva droga contra el exceso de colesterol

Los médicos esperan que el Lovastatin no haga olvidar la dieta baja en grasas

JANE E. BRODY (NYT), Un nuevo tipo de droga para reducir el nivel de colesterol, llamado Lovastatin, cuya venta en farmacias se espera que sea aprobada este año en Estados Unidos, promete revolucionar el tratamiento de los altos niveles de colesterol, la principal causa de las enfermedades de corazón arterioscleróticas, producidas por el endurecimiento de las arterias, que matan a un millón de norteamericanos cada año. Sin embargo, a la clase médica, que se manifiesta encantada por la efectividad del nuevo fármaco, le preocupa que los pacientes se olviden de mantener la dieta baja en grasas, que hasta ahora era la mejor prevención contra la arteriosclerosis.

Irónicamente, la efectividad y simplicidad de esta nueva droga, está planteando difíciles y nuevas preguntas sobre la práctica médica correcta y sobre el comportamiento de los pacientes. Algunos médicos temen que sus pacientes confíen totalmente en la nueva droga en lugar de mantener una dieta baja en grasas, que, además de prevenir las enfermedades coronarias, tiene otras muchas ventajas. A pesar de que los especialistas en enfermedades de corazón de todo el país son bastante cautos acerca de los posibles inconvenientes aún por descubrir difícilmente pueden contener su excitación acerca de la nueva droga.Ventajas

En entrevistas concedidas la semana pasada describieron el Lovastatin como mucho más efectivo, fácil y agradable de tomar que cualquier otra de las drogas que hay en la actualidad que reducen el nivel de colesterol, y que, además, tiene la ventaja añadida de hacer su trabajo a través del mecanismo natural del cuerpo humano para controlar los niveles de colesterol en la sangre, un mecanismo cuyo descubrimiento, en 1970, proporcionó el Premio Nobel de Medicina a Joseph L. Goldstein y Michael S. Brown, de la universidad de Tejas, en Dallas.

Médicos e investigadores, generalmente reservados, usan términos como "un gran adelanto", "un enorme paso al frente", "un importantísimo descubrimiento" para describir al prometedor Lovastatin que interrumpe la fabricación de colesterol por el hígado, forzando a este órgano a tomar el colesterol que necesita de la sangre. El 70% de la producción de colesterol del cuerpo humano tiene lugar en el hígado.

La nueva droga podrá ser administrada a 20 millones de norteamericanos que tienen niveles de colesterol que les sitúan como candidatos a padecer enfermedades coronarias. Según los expertos, habrá millones de pacientes que se traten con Lovastatin, en contraste con los miles que en la actualidad están siendo tratados con las drogas que hay en el mercado.

"El Lovastatin cambiará el comportamiento de los médicos", asegura el doctor Basil Rifkind, un especialista en arteriosclerosis del Instituto Nacional, "porque ha llegado en un momento en el que se les está pidiendo a los médicos que sean más agresivos en lo relativo al colesterol. Les va a permitir hacer lo que se les pide, y que no era tan fácil de hacer". Rifkind asegura que las últimas encuestas demuestran que la preocupación acerca del colesterol entre el público y los médicos se encuentran en el nivel más alto de todos los tiempos. La introducción del Lovastatin también coincide con el desarrollo de unas pruebas que consisten en un pinchazo en un dedo, para conocer los niveles de colesterol, que deben hacer fácil y barato para los norteamericanos conocer el nivel del mismo.

Pero algunos expertos temen que la disponibilidad de drogas como el Lovastatin incitará a mucha gente a abandonar la dieta, que es la primera línea de ataque para prevenir las enfermedades de corazón. Según un informe hecho público el mes pasado por la Asociación Médica Norteamericana la media del nivel de colesterol en la sangre en Estados Unidos había descendido considerablemente en las últimas dos décadas, principalmente porque la gente está comiendo menos grasas polisaturadas y colesterol que en el pasado. Además de producir enfermedades de corazón, una dieta alta en grasas está relacionada con el cáncer, la obesidad, las enfermedades del sistema inmunológico, las embolias cerebrales y otras enfermedades.

"La dieta viene primero, y sólo si esta medida no consigue bajar suficientemente el nivel del colesterol puede usarse una droga", asegura el doctor Robert Levy, vicepresidente de ciencias de la salud en el Centro Médico Presbiteriano de Columbia y antiguo director del instituto nacional Según Levy, seguir una dieta adecuada aumentará la efectividad de la droga, pero además existen peligros potenciales. "Se trata de una droga que hay que tomar durante toda la vida, cuesta dinero, y ninguna droga está libre de efectos secundarios. Algunos riesgos pueden no aparecer hasta que varios miles de personas la hayan estado tomando durante años".

Además, dos posibles riesgos del Lovastatin están ya siendo estudiados cuidadosamente. Un aumento de las enzimas del hígado en un 1% de los que toman la droga, y que puede dar a entender que el hígado está trabajando por encima de sus posibilidades, y cambios en la córnea, que sugieren la posibilidad de cataratas.

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