El síndrome tóxico

Nos dirigimos a usted en nuestra calidad de abogados defensores de don Juan Miguel y don Fernando Bengoechea, procesados en el sumario instruido con motivo del denominado síndrome tóxico, y en relación con el amplio artículo publicado en el número correspondiente al pasado domingo 22 de febrero, en el cual se nos atribuyen determinadas posturas referentes a la investigación de las causas determinantes de ia enfermedad, así como nuestro pretendido reconocimiento de "la existencia de una relación epidemiológica entre la ingestión del aceite y el síndrome tóxico". Sobre este punto debe matizarse que nunca se ha admitido la existencia real de tal relación, que sólo aparece afirmada en la tesis oficial y que siempre ha sido duramente criticada por nuestra parte, toda vez que, sólo en base a una manipulación de los datos reales, ha podido ser establecida, a cuyo efecto se ha sustrído de su aportación a los autos y al análisis por parte de expertos solventes los datos brutos que hubieran podido desenmascarar las maniobras aludidas.Aun sin contar con tales datos, existen elementos científicos de credibilidad irrebatible suficientes como para descartar de plano la posible relación causal entre el síndrome tóxico y la ingestión de cualquier tipo de aceite.

También queremos salir al paso de la calificación de "ingeniosa maniobra de la defensa" que se nos atribuye al señalar como hipótesis de la mayor credibilidad la de intoxicación por un producto órgano-fosforado, teoría que proclamamos por entender que corresponde a la realidad y cuya investigación en su momento oportuno hubiera podido sin duda aliviar al menos en gran medida los efectos de la gravísima enfermedad, sí no proporcionar un antídoto de efectos totales, habiéndose impedido cualquier línea de investigación en tal Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior sentido y llegando incluso en tal propósito a la aludida manipulación de datos.- Francisco Franco Otegui y Julio Ferrer-Sama.