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El Gobierno ratificará todas las ayudas a FECSA que sean previamente consensuadas con el sector eléctrico

El Ministerio de Industria ratificará todas las ayudas económicas que con cargo a las tarifas del sector FECSA consiga consensuar con las eléctricas. Pero no habrá ayudas extraordinarias ni desembolsos con cargo al presupuesto del Estado ni aumentos tarifarios, adicionales. Tal es el mensaje dado ayer al presidente de FECSA, Luis Magaña, por el ministro Luis Carlos Croissier. Magaña solicitó el apoyo gubernamental al plan de saneamiento y una previsible exclusión de las compensaciones nucleares y de OFICO.

A pesar de que la entrevista fue solicitada por Magaña, Luis Carlos Croissier había mostrado un interés especial por conocer el desarrollo de las gestiones que realiza el nuevo presidentede FECSA para restablecer la normalidad en la sociedad. La Administración quería tarribién dar a los responsables de la empresa un claro mensaje: el Gobierno no va a realizar ninguna excepción con FECSA dentro de su filosofía de no conceder ayudas al sector industrial.Pero, al mismo tiempo, la Administración está dispuesta a ratificar todos aquellos acuerdos económicos que previamente consensuados con el sector, signifiquen ingresos extraordinarios para la sociedad. Así, Industria publicará una resolución ministerial para que FECSA reciba del resto del sector los 18.000 millones que, con cargo al 2% de los ingresos por tarifas de 1986, estaban destinados a saneamiento.

Compensaciones

También el ministerio se pronunciará para que, de acuerdo con el resto de las empresas del sector, FECSA pueda quedar excluida de alguna forma de la obligación de contribuir al fondo del 3,9% de los ingresos del sector que, con cargo a tarifas, financia la moratoria nuclear. Otro punto es la posible ayuda que, vía compensaciones interempresas (que compensan los iferentes costes de generación), FECSA perciba ayudas especiales. Otro apoyo potencial solicitado por Magaña es la exclusión momentánea de algunas aportaciones a OFICO, Red Eléctrica de España y Enresa. Magaña cuenta con el "apoyo filosófico" del resto del sector, pero las empresas todavian tienen flecos por consensuar en relación a la mejor manera de instrumentar las ayudas. La idea es que las ayudas son "temporales" y "recuperables", y bajo ningún concepto deben suponer minusvalías para las empresas.Con el apoyo ministerial y del sector, Magaña espera ofrecer a los acreedores un "estado de situación" de la empresa que suponga una garantía de futuro y una muestra de que "se requiere algún tipo de sacrificio por parte todos". Las negociaciones iniciales abiertas con los bancos presentan un balance no "muy brillante", aunque tampoco descorazonador, según fuentes solventes.

Hasta la fecha, las conversaciones con los acreedores han ido dirigidas a afrontar los problemas urgentes de tesorería de la sociedad, algunos de los cuáles han sido perentorios y muy curiosos (un banco aragonés estuvo a punto de llevar a la empresa a la suspensión de pagos por una deuda de unos 500 millones de pesetas).

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