JaruzeIski expuso a Fernández Ordóñez su deseo de realizar reformas sociales en Polonia

Las relaciones hispano-polacas van a entrar en una nueva etapa, "más fluida, estable y eficaz", después de la visita oficial de tres días a Varsovia del ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, acompañado de una amplia delegación diplomática y comercial de su departamento y del Ministerio de Economía.

Fernández Ordóñez concluyó a mediodía de ayer su viaje a Polonia, manteniendo una larga entrevista con el jefe del Estado polaco, general Jaruzelski, que, según el ministro español, le Informó del "deseo de llevar adelante un ambicioso programa de reformas sociales y políticas y de seguir avanzando en el proceso democratizador".El jefe de la diplomacia española dijo ayer en conferencia de prensa, antes de regresar a Madrid, que el general Jaruzelski le había reiterado la invitación para que visite Polonia el presidente del Gobierno español, Felipe González. Fernández Ordóñez, por su parte, invito a su hornólogo polaco, Marian Orchowski, para que visite España.

Durante su estancia en Varsovia, desde la tarde del martes a mediodía de ayer, el ministro español se entrevistó con el titular polaco de Exteriores, con el primer ministro, Zbigniew Messner, y con el presidente de la República, general Jaruzelski. Delegaciones de los dos países celebraron dos sesiones plenarias, el martes y miercoles, mientras que los directores generales de Comercio Exterior, Pedro Pérez, y de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Blasco, se entrevistaron con el viceministro de Comercio Exterior polaco, Kazimierz Klek.

Además de los contactos oficiales, el ministro español de Exteriores mantuvo tres encuentros con representantes de la Polonia real, simbolizados por el secretario de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Varsovia, Bronislaw Dabronski; cinco intelectuales, en su mayoría de pensamiento católico, y tres dirigentes del ilegal sindicato Solidaridad.

La presencia de Fernández Ordóñez en Varsovia se valora por parte de las autoridades polacas como un apoyo más de los países de Europa occidental a los esfuerzos del Gobierno del general JaruzeIski por mantener las diferencias polacas dentro del bloque del Este.

Aumentar intercambios

En el terreno bilateral, el viaje del ministro de Asuntos Exteriores se salda con la efectiva normalización de las relaciones, la dinamización del diálogo político, congelado en la práctica desde 1981, y las perspectivas de aumentar los intercambios comerciales, que en 1986 apenas alcanzaron los 100 millones de dólares (13.000 millones de pesetas).Durante la entrevista que mantuvieron el miércoles los directores generales de Comercio, Pedro Pérez, y de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Blasco, con el viceministro de Comercio Exterior polaco se analizaron las posibilidades de ampliar los intercambios económicos bilaterales y la eventual cooperación. En este punto, lo más destacable es el proyecto, que todavía se encuentra en fase embrionaria, de fabricar conjuntamente 30 unidades del avión CN-235, de Casa, con capacidad para 40 pasajeros. La operación en conjunto rondaría los 300 millones de dólares.