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Hacienda rechaza la cuenta de resultados de RTVE en 1985

Una contabilidad "deficiente" y un balance y cuenta de resultados que "no reflejan fielmente la situación patrimonial, financiera y de resultados", son algunas de las valoraciones del documento Borrador de informe global anual de control financiero del Ente Público RTVE, ejercicio 1985, efectuado por la Intervención Delegada de Hacienda en RTVE. Esta auditoría fue contestada el 30 de septiembre de 1986 por los entonces directivos del ente, que consideraban ajustada a la legalidad la gestión económica desarrollada por el equipo de José María Calviño

El informe, que fue adelantado ayer por el rotativo Diario 16, considera que el balance y cuenta de resultados consolidados de RTVE, que arrojó un saldo positivo superior a los 1.400 millones de pesetas, no se ajusta a los "principios de contabilidad generalmente aceptados". La falta de fiabilidad de estas cifras por parte de Hacienda se basa en que RTVE ha definido los beneficios como la "diferencia entre ingresos y gastos en términos de contabilidad pública" que no siempre coinciden con las definiciones de contabilidad general. Una de las desviaciones señalada es la inexistencia de cifras razonables de amortizaciones y provisiones, así como importantes desviaciones en las previsiones presupuestarios respecto a los resultados finales del ejercicio, que en algún caso representan hasta un desfase del 179%.Por ejemplo, hay más de 1.306 millones de pesetas que no deberían haberse considerado como ingresos porque los deudores no tenían en ese momento capacidad de hacerlos efectivos. A pesar de que en el año 1985 se renegociaron parte de las deudas por venta de programas a América Latina, la auditoría señala que "en su práctica totalidad, los 1.300 millones de pesetas deberían considerarse incobrables".

El informe fue realizado por la Intervención Delegada de Hacienda en RTVE durante los primeros meses de 1986 y se atiene a las normas de auditoría del sector público. Este informe ratifica las auditorías de 1984 (véase EL PAÍS del 27 de octubre de 1986) que ponían de relieve graves problemas de descapitalización y una deficiente contabilidad, que contradicen la imagen de buena gestión económica de la que hicieron gala el anterior director general de RTVE, José María Calviño, y la mayoría de los consejeros socialistas que han sido ratificados en sus cargos para la actual legislatura. Además, tres de los nuevos consejeros socialistas fueron los máximos responsables de las tres sociedades del Ente, los ex directores de TVE, Ramón Criado; Radio Nacional, Fernando G. Delgado; y RCE, Jordi García Candau.

Alguna de las supuestas anomalías se refiere a actuaciones que afectan a la persona del director general. Mientras la retribución media por empleado se incrementó en algo menos del 6%, cuando la previsión era de un 6,5%, la retribución del director general subió un 19%, "debido a la percepción de una indemnización mensual [dietas] por asistencia al Consejo de Administración". Según la auditoría, los reales decretos invocados para justificar estas dietas "no se aplican en RTVE, por entenderse que su ámbito no incluye al personal de RTVE". Dicha dieta ascendía, al parecer, a 25.000 pesetas por sesión del Consejo. No ha sido posible recabar la opinión del ex director general.

La auditoría señala "la inexistencia de una contabilidad sistemática de costes", hecho que "ha impedido la utilización de numerosos procedimientos para analizar la gestión en términos económicos o ha exigido la utilización de datos no contrastados". Se valora, asimismo, como "deficiente" el grado de cumplimiento de los objetivos del Plan Estratégico de RTVE, que es calificado como "el intento más serio en la historia de RTVE de implantar una gestión económica racional", pero que fracasaría de continuar por ese camino. Se escribe, en este sentido, que "los trabajos llevados a cabo en años anteriores para implantar un presupuesto de gestión, ligado a un sistema de dirección por objetivos, se han transformado en 1985 en inútiles". La no aprobación de la estructura orgánica es uno de esos incumplimientos.

Existen, además, numerosas debilidades de control interno que "impiden tener seguridad en cuanto a que estén registradas todas las transacciones del ejercicio". El informe de la auditoría señala, por ejemplo, importantes desarreglos en la cuenta de gastos que se concretan en periodificaciones -momento en que se produjeron efectivamente los gastos- deficientes. Así, se señala que se contabilizaron como gastos de 1985, 50 millones de pesetas por consumo de electricidad correspondientes a 1984 y se dejaron de apuntar 205 millones que sí correspondían a 1985. También se señala que faltan 300 millones de gastos de transporte y unos 20 millones de recibos telefónicos. Aparecen registrados como deudas 55 millones de pesetas a comisionistas y otros 14 millones a "partícipes en ventas de subproductos". Ello significa que los gastos reales fueron superiores, en unos 500 millones de pesetas, a los efectivamente contabilizados.

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Los máximos responsables de RTVE elevaron en su momento un escrito con observaciones a la auditoría, y que ayer distribuyó Efe, cuya validez cuestionan en algunos puntos, en el que exponen diferencias con la misma y enfatizan las mejoras conseguidas en la gestión. Los directivos contestan que en 1985 "se ha conseguido establecer un amplio sistema de información económica de acuerdo con las normas contables vigentes que permite obtener unos estados que expresan 'razonablemente' la situación financiera y patrimonial". El Consejo de Ministros conocerá oficialmente este viernes el texto de la auditoría, según fuentes de la Administración.

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